El contrabando de combustible entre la frontera de México y Guatemala es controlado por grupos del crimen organizado, primordialmente por Los Zetas, convirtiéndose en un negocio que ha obligado a cerrar varias gasolineras en puntos cercanos a las fronteras.
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De acuerdo con el diario mexicano Tabasco Hoy, un promedio mensual de 18 millones 144 mil pesos mexicanos es lo que equivale el trasiego de 5 millones 600 mil litros de gasolina y diésel de México a Guatemala, controlado principalmente por Los Zetas.
De acuerdo con el diario mexicano, Rubén Trejo, integrante de la Asociación Nacional de Expendedores de Gasolina en Chiapas, destacó que se trata de un problema grave. «El trasiego está imparable, no sólo con el combustible, sino también con otros productos como azúcar, alimentos, dulces, medicinas, ropa, zapatos, aparatos eléctricos y electrónicos», expuso.
Señaló que en el desarrollo de esta actividad ilegal, muchas familias son las involucradas, tanto de México como de Guatemala, ya que operan de formas diversas, donde contactan no solo a los policías sino a personal de las aduanas y a oficialías ubicadas en los retenes carreteros «en ambos lados, todo ello provoca pérdidas multimillonarias en las instituciones de recaudación en ambos países, porque todo esto cruza sin aranceles ni inspección», puntualizó.
Jorge Ruiz, gerente general de la Gremial de Hidrocarburos, expresó que el contrabando del hidrocarburo se refleja en las variaciones de las curvas de consumo real con lo que se pagan impuestos, «cuando los controles en las fronteras se fortalecen suben las ventas»
«Cuando por cualquier razón, el control se afloja, entonces bajan las ventas y tiene un efecto medible derivado de esa actuación, pero la cifra nadie la conoce (…) con este problema, sufre la administración tributaria, ya que afecta a la recaudación por la evasión de impuestos, afecta a los gasolineros y a los transportistas.» comenta.