«Se abrió una ventana, por lo menos hay una comisión en ese sentido. Este acuerdo de San José por buscar una mediación entre las partes por lo menos expresó una voluntad de los países, de Estados Unidos, de buscar una solución inmediata para la restitución de su presidente electo en forma libre por el pueblo hondureño», dijo Zelaya en rueda de prensa en Santo Domingo.
«Honduras ha sido capaz de superar otros problemas y no tengo dudas de que seremos capaces, junto con la comunidad internacional, de sobreponer ante los intereses particulares de grupo los intereses generales de la sociedad», añadió.
Zelaya afirmó que su regreso a la Presidencia constituiría «una forma evidente de acción» en esta crisis, y que insistirá en volver a Honduras, tras su intento fracasado del domingo pasado.
«Mientras (mi) retorno no se dé, todo lo que está haciendo este régimen es nulo y constituye delito», aseveró.
Zelaya y el presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, se reunieron, por separado, ayer con el mandatario costarricense y Premio Nobel de la Paz Oscar Arias, que media para buscar una salida a la crisis.
Delegaciones de Zelaya y Micheletti prosiguen hoy el diálogo en San José.
Zelaya llegó hoy a República Dominicana procedente de Costa Rica, y fue recibido con honores en el palacio presidencial, donde conversó con el presidente Leonel Fernández.
NEGOCIACIONES
Las delegaciones del gobernante de facto y del presidente destituido se reunían hoy en San José, luego de que ambos pasaran por la capital costarricense sin verse y con magros avances hacia un acuerdo a corto plazo.
Tras muchas horas de reunión en la residencia privada del presidente costarricense y premio Nobel, Oscar Arias, facilitador en la crisis, ambas comisiones coincidieron que la situación en Honduras, bajo una fuerte presión internacional, es «insostenible», explicó el canciller costarricense Bruno Stagno.
Si bien observadores destacaron que las partes suavizaron sus posiciones, aún deben resolver el punto central: el retorno de Zelaya a la presidencia de la que fue expulsado el pasado 28 de junio por un golpe de Estado.
«Nos mantenemos en pie de diálogo» para «operativizar la forma en que se restituye al Presidente constitucional» y sale el golpista, dijo la canciller del depuesto presidente hondureño, Patricia Rodas.
Pero Micheletti insistió: el «único tema que no vamos a discutir es el retorno de Manuel Zelaya a menos que se presente a la justicia».
En ese sentido, Arturo Corrales, de la comisión negociadora de Micheletti, subrayó que la destitución de Zelaya se hizo de acuerdo a la Constitución hondureña, aunque admitió que el «error» fue expulsar al presidente constitucional a Costa Rica y no juzgarlo como requería la justicia hondureña.
Las dos delegaciones se vuelven a reunir este viernes en San José a partir de las 10H00 locales (16H00 GMT) luego de acordar que la Constitución hondureña sea la referencia para restablecer el orden.
Aunque parecen magros los resultados de la jornada del jueves en la que Zelaya y Micheletti evitaron por todos los medios cruzarse, Stagno consideró que hubo «puntos de encuentro».
El canciller añadió que espera que este viernes se puedan establecer «pautas para lo que viene y fijar fechas para una eventual reunión» de Zelaya y Micheletti, que ya se encuentran fuera del país.
Micheletti regresó a Tegucigalpa a primeras horas de la tarde, tras reunirse con Arias, y Zelaya llegó a República Dominicana, donde fue recibido con honores por el mandatario dominicano Leonel Fernández, en el palacio presidencial.
El presidente de facto, que realizó su primer viaje fuera del país tras ser designado en el cargo por el Congreso hondureño, se declaró «muy contento» de la misión y aseguró que está dispuesto a volver a Costa Rica cuando Arias se lo pida.
En medio de la pulseada, Oscar Arias, cuyos buenos oficios contribuyeron hace dos décadas a pacificar Centroamérica, reconoció que el diálogo «posiblemente tome más tiempo del imaginado».
Según Arias, cualquier solución a esta crisis política sin precedentes en la joven democracia hondureña pasa por la restitución del presidente Zelaya en su cargo.
«El diálogo produce milagros, pero no instantáneamente», dijo a la prensa Arias, quien ha puesto como única condición que haya «respeto y moderación en el lenguaje».
Según Arias, no se ha hablado de plazos. Simplemente «tendremos que ir acercando posiciones, el tiempo va a permitir que esa distancia se haga más corta».
Así se hizo en el proceso de pacificación de América Central, hace 22 años, y esa es la metodología para cualquier tipo de negociación, recordó.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, criticó hoy en la radio la «intransigencia» de las delegaciones que debaten en Costa Rica la crisis en Honduras y aseguró que es difícil que se encuentre una solución en el corto plazo.
«Me llamaron a eso de las dos, tres de la mañana en Washington (para contarme) que las cosas se habían puesto bastante más rígidas», declaró el chileno José Miguel Insulza a la radio Cooperativa de Santiago.
«La verdad es que todavía hay intransigencia de ambas partes. No creo que esta vez vayamos a ver humo blanco», añadió al responder sobre una solución de corto plazo a la crisis del país centroamericano.
El gobernante de facto de Honduras, Roberto Micheletti, y el presidente destituido, Manuel Zelaya, se reunieron el jueves por separado con el presidente costarricense Oscar Arias, facilitador en la crisis, en su residencia privada en San José.
Las conversaciones seguirán este viernes entre las delegaciones de las partes involucradas en el conflicto, que se inició el 28 de junio con el derrocamiento y expulsión de Zelaya del país.
LUCíA PINOCHET HIRIART
Hija mayor Augusto Pinochet