El socialista José Luis Rodríguez Zapatero ofreció hoy al resto de los partidos una «estrategia antiterrorista» contra ETA y presentó un paquete de medidas para combatir la recesión en el Congreso, que debe investirle como presidente del gobierno para otros cuatro años.
Zapatero prometió «impulsar una clara idea de España como país prospero, decente, eficiente, unido y diverso» y ofreció a los partidos su «voluntad de diálogo» para «lograr un clima político sereno».
Durante la exposición de su programa de gobierno antes de ser investido por los diputados como jefe del ejecutivo para un segundo mandato, Zapatero pidió el apoyo de los grupos políticos «para diseñar una estrategia antiterrorista compartida por todos los grupos de la cámara».
Insistió en que sea «de todos los grupos» de la cámara, después de su intento fallido de acordar con la organización separatista armada vasca ETA el fin de la violencia durante la pasada legislatura, que fue duramente criticado, sobre todo por la oposición conservadora.
Aunque no dijo explícitamente que excluye volver a negociar con ETA el fin de las armas, como anunciaron el lunes el partido socialista, vaticinó que «ETA sólo tiene un destino: poner fin a su barbarie definitiva e incondicionalmente».
Las elecciones legislativas del 9 de marzo pasado, que ganó el Partido Socialista Obrero Español (PSDOE) de Zapatero, estuvieron marcadas por el asesinato de un ex concejal socialista dos días antes a manos de ETA, que desde que dio por terminada una tregua de más de un año en junio de 2007, multiplicó sus atentados.
Pero Zapatero comenzó su discurso hablando de economía y admitiendo que la recesión mundial ha llegado a España, para lo cual presentó un paquete de medidas «a corto plazo» que el gobierno aplicará «de manera inmediata», destinadas sobre todo a aliviar a las familias, paliar la caída del sector de la construcción y facilitar el acceso a la vivienda.
La primera de ellas es la devolución de 400 euros a las personas que pagan impuestos, propuesta que levantó polémica entre los partidos de derecha e izquierda cuando Zapatero la presentó durante la campaña electoral, ya que no beneficia a los más pobres.
España vivirá «una fase de crecimiento distinto al que hemos visto hace cuatro años», con «tasas de crecimiento inferiores», pero este período es «transitorio» y «los españoles deben tener la seguridad de que superado ese paréntesis, se restablecerán las constantes de la pasada legislatura y reanudaremos las tasas de crecimiento y generación de empleo», aseguró.
Sin embargo, la recesión económica no hará que el gobierno «abdique en sus aspiraciones sociales», según Zapatero, que promoverá una ley para luchar contra cualquier tipo de discriminacion, y dará más medios a la ley contra la violencia de género para acabar con esta lacra.
Otras medidas sociales son un mes de baja paterna tras los nacimientos, la creación de 300.000 plazas de guardería y el desarrollo de la ley de dependencia para las personas con discapacidad.
El gobierno socialista no cambiará su política de inmigración y seguirá fomentando la vía legal, anunció, facilitando los contratos laborales en origen y poniendo cerco a los que quieren entar de manera ilegal.
América Latina ocupará una «posición relevante» entre las prioridades del próximo gobierno, que quiere abrir un capítulo nuevo» con Estados Unidos y dedicar el 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB) en ayuda al desarrollo en 2012.
La lucha contra la sequía y la gestión del agua son otros compromisos de Zapatero, que será investido probablemente el viernes por una mayoría de diputados en una segunda votación, ya que se prevé que el miércoles no consiga la mayoría absoluta requerida en una primera.
El líder de la oposición conservadora española, Mariano Rajoy, respondió hoy al socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que iniciará un segundo mandato al frente del gobierno, que su partido apoyará un acuerdo con el nuevo ejecutivo para derrotar a ETA.
«No me he movido de los postulados del pacto antiterrorista», firmado por socialistas y conservadores en el año 2000.
«Cualquier acuerdo que vaya en la misma dirección, que cancele toda esperanza para los asesinos, que tenga en cuenta a las víctimas y que asegure inequívocamente que no se van a producir cambios en esta política hasta la derrota definitiva de la banda, contará con nuestro apoyo», aseguró Rajoy.
El líder de la derecha respondía así a la propuesta presentada por Zapatero este martes, en la presentación de su programa de gobierno en el Congreso, para «diseñar una estrategia antiterrorista compartida por todos los grupos de la cámara».
El Partido Popular (PP) criticó duramente el intento fallido del gobierno socialista de Zapatero de negociar con ETA el fin de las armas entre marzo de 2006 y comienzos de 2007.
Por eso ahora pide al gobierno socialista que se comprometa a no volver a dialogar con la organización independentista armada vasca ni siquiera para el cese de la violencia.
Zapatero no precisó este punto el martes, aunque el número dos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Blanco, dijo el lunes que «no hay ninguna posibilidad de volver a dialogar con la banda terrorista ETA».
Desde que dio por terminado un «alto el fuego permanente» de más de un año, en junio de 2007, durante el cual el gobierno intentó el diálogo, ETA reanudó sus atentados y ha matado a tres personas.
Por otro lado, Rajoy acusó a Zapatero de «disimular los problemas» económicos y «no reconocerlos», calificándolos sólo de «turbulencias pasajeras» porque «tiene miedo a la verdad», dijo.
Y recordó sus posiciones a favor de bajar los impuestos y de no gastar el excedente presupuestario.
Asimismo alertó sobre la inmigración y pidió a Zapatero que prohíba por ley las regularizaciones masivas de extranjeros, en alusión al proceso extraordinario que el gobierno socialista efectuó en 2005.