El socialista José Luis Rodríguez Zapatero será investido presidente del gobierno español por otros cuatro años en una sesión del Congreso que comienza mañana, sin haber obtenido hasta ahora el apoyo claro de otros partidos para que el trámite sea en una sola vuelta.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) obtuvo en las elecciones del 9 de marzo el 43% de los sufragios y 169 escaños; para que Zapatero sea investido por mayoría absoluta (176 de los 350 escaños del Congreso) en una primera votación mañana y el miércoles, precisa el apoyo de otros siete diputados.
Si no lo obtiene, se prevé una segunda vuelta el viernes, en la que el jefe de gobierno podrá ser ratificado por mayoría simple.
Al partido de Zapatero parece no importarle la falta de respaldo para la sesión de investidura, pues se prepara a seguir gobernando en solitario, buscando apoyos puntuales de los otros partidos en las votaciones de la próxima legislatura.
En la legislatura anterior, se apoyó sobre todo en Izquierda Unida y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
«Teniendo en cuenta que queremos gobernar sin condicionantes, si la investidura es en primera vuelta, bien; si es en segunda, también», declaró el viernes el portavoz del grupo socialista en el Congreso, José Antonio Alonso.
«Si no somos capaces de entendernos para la votación de investidura el primer día, lo seremos a lo largo de la legislatura», declaró por su parte el sábado el secretario de organización del PSOE, José Blanco.
Al PSOE, que buscaba el sí de los pequeños partidos, le han dado a entender que no le votarán los nacionalistas catalanes de CiU y ERC ni Izquierda Unida.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV, moderado), con seis escaños, negociará con el PSOE hasta mañana mismo, aunque anunció que es «muy difícil» que dé su apoyo.
Sólo el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Coalición Canaria, con dos escaños cada uno, han dicho que no descartan votarle.
La sesión de investidura comenzará mañana por la mañana en el Congreso de los Diputados con la presentación del programa de gobierno por parte de Zapatero, y previsiblemente concluirá el miércoles.
Si Zapatero no sale elegido en la primera votación, se convocará una segunda 48 horas después, es decir, el viernes.
El sábado debería jurar el cargo ante el Rey y anunciar la composición de su nuevo gobierno; el primer consejo de ministros debe tener lugar el lunes 14 de abril.
El PSOE ganó las elecciones del 9 de marzo seguido por el conservador Partido Popular (PP), que consiguió el 40% de los votos y 153 escaños, en un ambiente marcado por el asesinato de un ex concejal socialista en el País Vasco (norte) dos días antes, a manos de la organización independentista armada vasca ETA.
Esta legislatura se anuncia más calma que la anterior, marcada por la «crispación política», tras la designación de personalidades de perfil moderado como nuevos portavoces socialista y del PP en el Congreso y en otros cargos.
El primer mandato de Zapatero, en 2004, comenzó tras los atentados islamistas del 11 de marzo en Madrid, donde murieron 191 personas tres días antes de las elecciones.
Tras salir del gobierno en esos comicios, el PP ejerció una dura oposición, sobre todo por el intento del gobierno socialista de negociar sin éxito el fin de ETA.
La economía, que centró la campaña electoral, se perfila como un tema central en los próximos meses, en un momento de desaceleración en España, en sintonía con la situación mundial, tras varios años de excelentes indicadores económicos.
La lucha contra ETA, la ampliación de atribuciones a las regiones, la gestión de la sequía y del agua y la inmigración centrarán también la vida política española en la próxima legislatura.