Yo meto las manos al fuego por Otto Pérez


Rosa Marí­a de Pérez:

Javier Estrada

Dice ser el complemento de Otto Pérez Molina a quien conoció a los 14 años y con quien contrajo matrimonio a los 17. Pasados 36 años, Rosa Marí­a de Pérez, es madre de dos hijos, abuela de cuatro nietos y de ser una maestra jubilada podrí­a convertirse en la primera dama de la nación el 14 de enero próximo.


«No soy una mujer de estar pegada con Otto Pérez, él me ha enseñado lo que yo valgo y lo que puedo hacer,» manifestó al tiempo de esbozar el programa de trabajo que desarrollarí­a.

¿Cómo se prepara ante la eventual posibilidad de convertirse en la primera dama de la nación?

He venido trabajando por más de dos años a nivel nacional con grupos de mujeres, haciendo un diagnóstico de las necesidades más sentidas de la mujer y de la familia. Yo he estado muy clara que Rosa Marí­a de Pérez es el complemento de Otto Pérez, el que va a gobernar es Otto Pérez, me voy a limitar a trabajar el área social que es donde hay mucha necesidad, vamos a priorizar el trabajo para que se vea lo que vamos a desarrollar.

¿Conoce cuáles son las funciones que desarrollarí­a?

Hemos estado investigando y tuve oportunidad de acompañar a doña Wendy de Berger durante el proceso de campaña en las elecciones pasadas, ahí­ me empecé a enterar de muchas cosas.

Bienestar Social es una secretarí­a que tiene bien definidas sus funciones y programas, mientras que la Secretarí­a de Obras Sociales de la Esposa del Presidente está supeditada a lo que la esposa quiere hacer. En mi caso, no voy a crear nuevos programas, ni a cambiar nombres, lo que está va a continuar y lo que haya que cambiar vamos a darle otro giro.

¿Qué aspectos podrí­a cambiar?

La esposa del Presidente debe ser gestora, la que encamine las acciones, no tanto ejecutora de programas. Estamos en la lí­nea de apoyar los programas que trabaja Bienestar Social, abrir ventanas para que la ayuda internacional venga, son programas buenos pero tienen pocos recursos. En el caso de SOSEP, hasta donde tengo entendido, existe Creciendo Bien, Amigos de la Escuela, donaciones, servicio social, becas. Después del análisis, la lí­nea es mejorar las cosas que ya están.

¿La esposa del Presidente debe limitarse al área social o ampliar su lí­nea de acción?

El trabajo social es un eje importante en la polí­tica a nivel nacional y creo que la esposa del Presidente es la que lo puede realizar, si se trabaja con ganas las 24 horas y se sabe lo que hay que hacer, eso es más que suficiente.

¿Cómo califica la campaña?

Me da tristeza porque quisiera ver una campaña de propuestas, donde no haya desvalorización, donde el otro candidato no le esté buscando qué le escarba al otro porque va arriba de él. Creo que es un proceso el que la polí­tica vaya agarrando el camino que deba seguir para que la gente vuelva a confiar en sus candidatos, eso va a depender mucho de la calidad humana de los candidatos, de sus principios.

La esposa de ílvaro Colom manifestó que la familia es lo más importante, basada en ello, le pidió a su esposo que termine la campaña negra en contra de ella y de su familia, ¿qué opina al respecto?

No me gusta hablar de ese tema, no conozco a la señora de Colom, pero como mujer debemos respetarnos. Yo meto las manos al fuego por Otto Pérez y él no es el de las campañas negras. No me gusta meterme en estos lí­os pero estoy en la misma lí­nea de Otto, yo creerí­a que es la misma gente de su partido que se ha ido descontenta la que está levantando esas calumnias.

Nosotros somos muy respetuosos de la familia. De hecho tenemos un hogar integrado de hace más de 36 años, Otto Pérez es el único hombre que yo he conocido en mi vida desde los 14 años, somos un matrimonio integrado, un matrimonio contento, seguimos enamorados, tengo dos hijos, cuatro nietos y no tengo que demostrarlo a nadie. Sé lo que tengo, sé lo que somos como familia, Dios sabe que somos un hogar integrado, somos un matrimonio que respeta, está orgulloso de sus hijos profesionales, donde hay mucho cariño, identificación y eso es lo más importante.

¿Cómo ha cambiado su vida desde el inicio de la campaña?

Yo trabajé en la escuela de párvulos en la zona cinco, fueron 20 años de mi vida de mucha satisfacción, cuando me jubilé me dediqué mucho a mis hijos y nietos. Después de estar entregada a que la comida estuviera bien, la ropa planchada, cuidar hijos y nietos, hoy me ha cambiado un poco la vida porque tenemos que estar saliendo a motivar a las mujeres, este trabajo me llena de satisfacción, creo en lo que estoy haciendo, no estoy haciendo polí­tica, sino trabajando por la mujer, por los niños con capacidades diferentes, pero lo estoy haciendo de corazón, no me pesa.

¿Cómo ha visto la reacción de las mujeres a sus propuestas?

Es un esfuerzo que vale la pena porque han respondido, hoy por hoy la mujer está esperando que se le invite, que se le dé espacio para que participe.

¿Cómo ayuda a su esposo a conseguir el objetivo de convertirse en Presidente de la República?

Desde el principio hablamos con Otto, fui muy clara, planteé que si ayudaba más quedándome en la casa cuidando nietos o si él pensaba que podrí­a apoyarlo trabajando a la par de él.

No soy mujer de estar pegada con Otto Pérez, Otto me ha enseñado lo que yo valgo y lo que puedo hacer, me ha dado ese espacio para salir adelante, estoy trabajando el área especí­fica de las mujeres, no salimos juntos porque creo que no logramos nada estando pegada a él y yo no puedo transmitir mi mensaje. Nos hemos dividido las áreas de trabajo.

¿Y el resto de la familia, cómo apoya?

A raí­z de los atentados que sufrimos hace seis años, mis hijos vivieron en Estados Unidos más de seis años, hoy mi hija está aquí­ trabajando de lleno con un grupo de profesionales sabida que no va a ocupar ninguna posición dentro del Gobierno porque Otto ha sido claro que la familia no va a ocupar ningún cargo; mi hijo sigue en Estados Unidos, pero todos estamos involucrados, hasta los nietos se han contagiado muchí­simo y cada uno dentro de su pedacito está apoyando.

Una vida en común

·A los 14 años conoció a Otto Pérez Molina, de quien se convirtió en su esposa a los 17.

·Cursaba quinto magisterio en la Escuela Nacional para Párvulos, cuando contrajo matrimonio.

·A los 18 años dio a luz a su primer hijo y un año después a su hija.

·Otto Pérez la motivó para que empezara a trabajar y la inscribió en la universidad de donde se graduó con el tí­tulo de Licenciada en Psicologí­a.

·Hoy trabaja motivando la participación de la mujer en el desarrollo del paí­s.

«Somos un matrimonio integrado, un matrimonio contento, seguimos enamorados, tengo dos hijos, cuatro nietos y no tengo que demostrarlo a nadie, sé lo que tengo, sé lo que somos como familia, Dios sabe que somos un hogar integrado».

Rosa Marí­a de Pérez