Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, piensa que la economía de Estados Unidos aún no está suficientemente saludable para crecer a un ritmo uniformemente fuerte sin ayuda del banco central.
Yellen dejó claro ayer durante una conferencia de prensa que a pesar de un mercado laboral que mejora constantemente y de señales de un alza en la inflación, la Fed no ve necesidad de aumentar pronto las tasas de interés a corto plazo, que están en niveles bajos récord.
Sus declaraciones siguieron a un comunicado de la Reserva Federal de que seguiría reduciendo el ritmo de la compra de deuda a largo plazo, que tiene por fin mantener bajas las tasas de interés sobre préstamos a largo plazo. Pero la Fed no ofreció una señal clara sobre cuándo comenzará a aumentar su tasa de referencia a plazo corto.
La mayoría de los economistas piensan que las tasas de interés no aumentarán en por lo menos un año, a pesar de señales de aumento de la inflación. En la conferencia de prensa, Yellen minimizó las preocupaciones relacionadas a la inflación.
Las cifras recientes sobre inflación son «ruidosas», dijo Yellen.
Su comentario sugirió que la Fed no ve la inflación como una amenaza que habría que combatir pronto con tasas de interés más altas.
El comunicado del banco central, emitido después de una reunión de trabajo de dos días, fue casi idéntico al emitido después de su reunión anterior de política en abril. Reiteró su plan de mantener bajas las tasas de interés a corto plazo «durante un tiempo considerable» después que termine su programa de compra de deuda.
La Reserva Federal además modificó a la baja su pronóstico de crecimiento para 2014, admitiendo que el duro invierno provocó una contracción económica en el trimestre de enero a marzo, y subió un poco su pronóstico de inflación.