¿YA NO QUIERES VIVIR?


César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com

Esta pregunta se la hací­a a sí­ mismo un hombre de edad ya un tanto avanzada a quien su médico le habí­ indicado padecer de una enfermedad incurable que le dejaba muy poco tiempo de vida.

No queriendo esperar los tristes momentos cercanos a su muerte sin hacer nada, decidió partir hacia los bosques y allí­, lejos de su familia, dejarse morir al no contar con lo más elemental para subsistir.

No queriendo esperar los tristes momentos cercanos a su muerte sin hacer nada, decidió partir hacia los bosques y allí­, lejos de su familia, dejarse morir al no contar con lo más elemental para subsistir.

Ideó muchas cosas para acabar pronto con su vida; caminó en completa soledad dí­as y dí­as, durmió por las noches al aire libre, comió solamente raí­ces y frutas crudas, dejaba que la lluvia cayera sobre su cuerpo y en resumen, fue gozando de muchas cosas que en su anterior forma de vida no habí­a tenido oportunidad de conocer y descubrió que los animaes viven mejor que el mismo hombre con su reluciente civiliación. Esto fue lo que obtuvo, en lugar de la muerte que buscaba.

Este hombre fue el precursor de una noble tarea, la conservación de un bosque natural secoyas, árboles gigantes de California, lugar donde él vivió y que hoy es un parque nacional en los Estados Unidos.

Murió al fin, de puro viejo y no de enfermedades, y lo hizo satisfecho de haber aprendido la difí­cil tarea de vivir con sencillez.

Muchos hombres emplean la mitad de su vida en acabar con la otra mitad.