Ya no es terrorista


Anuncio. Christopher Hill, principal negociador nuclear de Estados Unidos, ofrece una conferencia en donde anuncia que Corea del Norte ya no es considerado un Estado terrorista.

Estados Unidos decidió retirar a Corea del Norte de su lista de Estados que apoyan al terrorismo, anunció hoy el régimen norcoreano, para quien la medida es una exigencia clave mientras prosigue con su desnuclearización.


La decisión se tomó tras unas conversaciones entre responsables estadounidenses y norcoreanos llevadas a cabo durante el fin de semana en Ginebra, según un responsable del ministerio norcoreano de Relaciones Exteriores citado por la agencia oficial de Pyongyang KCNA.

«Ambas partes discutieron sobre medidas concretas a adoptar para neutralizar las instalaciones nucleares de Corea de Norte en el plazo de un año y llegaron a un acuerdo en ese tema», añadió.

«A cambio, Estados Unidos decidió adoptar medidas de compensación económicas y polí­ticas retirando a Corea del Norte de la lista de Estados que apoyan al terrorismo y levantando las sanciones impuestas por la ley sobre comercio con (Estados) enemigos», agregó.

El presidente estadounidense, George W. Bush, incluyó en 2002 a Corea del Norte entre los paí­ses del «eje del mal», acusados de apoyar a las organizaciones del terrorismo internacional, junto a Irán e Irak.

Tras la reunión de Ginebra, el régimen dictatorial comunista norcoreano aceptó declarar por completo sus programas nucleares y desmantelarlos antes de finales de año, según el principal negociador estadounidenses en este tema, Christopher Hill.

Las conversaciones a seis partes (las dos Coreas, Japón, Estados Unidos, Rusia y China) para que Corea del Norte abandonase sus programas nucleares empezaron en agostos de 2003.

Pyongynag puso en marcha su desnuclearización en el marco de un acuerdo alcanzado en febrero en Pekí­n que prevé a cambio una importante ayuda energética para el régimen norcoreano.

Ese acuerdo también estipula garantí­as en los sectores de seguridad y de relaciones diplomáticas, concretamente por lo que respecta a la normalización de relaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos.

El régimen norcoreano ya satisfizo a mediados de julio la exigencia primordial de la comunidad internacional al cerrar su principal planta nuclear, Yongbyon.

La segunda, es decir, la declaración del conjunto de sus programas atómicos y desactivarlos, quedó fijada el pasado fin de semana en Ginebra.

Al término de esa reunión en la localidad suiza, Hill no hizo explí­citamente referencia a la retirada del paí­s comunista de la lista estadounidense de Estados que apoyan al terrorismo, pero indicó que ambas partes mantuvieron «buenas discusiones» sobre ese punto.

El negociador estadounidense también añadió que las discusiones proseguirán en el marco de las negociaciones a seis partes, cuya próxima reunión está prevista para octubre en Pekí­n.

Por su parte, el presidente estadounidense declaró el viernes pasado su esperanza de que el caso nuclear norcoreano quede terminado antes del final de su presidencia, en enero de 2009, dando prueba así­ de un optimismo poco frecuente sobre este tema.

Bush reiteró ya en numerosas ocasiones la continuación de las negociaciones con el régimen de Pyongyang.

«Corea del Norte es un expediente que no se ha cerrado. Dirí­a que está a punto de cerrarse. En otros términos, hacemos progresos. Las discusiones a seis partes prosiguen», señaló hace varios dí­as.

Protesta

La República Popular Democrática de Corea (RPDC) arremetió hoy contra Estados Unidos por llevar a cabo ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur, apuntando que esas prácticas pueden quebrantar los procesos de paz y de desnuclearización en la Pení­nsula Coreana.

«Estos ejercicios suponen un acto abiertamente hostil contra la RPDC y una medida criminal sin perdón para refrenar el desarrollo de la situación en la Pení­nsula Coreana hacia la distensión y la paz», según informó el periódico oficial Rodong Sinmun.

Estados Unidos y Corea del Sur desarrollaron los ejercicios militares anuales llamados «Ulchi Focus Lens» en Corea del Sur del 20 al 31 de agosto, en los cuales tomaron parte cerca de 10 mil efectivos estadounidenses.

«La polí­tica hostil de EE.UU. hacia la RPDC se mantiene sin cambios», dictaminó el rotativo.

La RPDC ha pedido en distintas ocasiones a Washington que detenga su polí­tica hostil hacia Pyongyang, lo que es considerado un elemento clave a la hora de solucionar la disputa nuclear entre los dos paí­ses.

«Los puntos acordados durante las conversaciones a seis bandas… están en proceso de implementación», reza el Rodong Sinmun, que añade que «EE.UU., sin embargo, realizó estos ejercicios militares provocativos en contra de la RPDC… lo que está totalmente en contra de la causa de la paz y la reunificación en la Pení­nsula Coreana».

Alrededor de 28.000 soldados estadounidenses están desplegados en Corea del Sur como legado de la Guerra de Corea (1950-1953), que terminó con un armisticio pero sin un tratado de paz, por lo que técnicamente Seúl y Pyongyang siguen en guerra.