¿Ya basta o habrá más recortes de tasas?


Analistas creen que al decir que la economí­a estadounidense estaba

La Reserva Federal (Fed) estadounidense dio a los mercados el recorte de tasas que esperaban, pero sin satisfacer por ahora a los que esperaban el anuncio simultáneo del fin del actual ciclo de flexibilización monetaria.


La decisión tomada el miércoles por el Comité de Polí­tica Monetaria (FOMC) de la Fed llevó la tasa interbancaria de préstamos de un dí­a a 2,0%, una baja muy fuerte respecto del 5,25% en vigor hasta septiembre, cuando la Reserva Federal se decidió a sostener una economí­a desfalleciente.

Hasta aquí­, nada de sorprendente, pero el comunicado publicado por la Fed, subrayando a la vez sus preocupaciones ante la desaceleración de la economí­a y el retorno de la inflación, ha suscitado interpretaciones variadas.

Varios analistas esperaban que el presidente de la Fed, Ben Bernanke, señalara de una vez por todas que esta baja serí­a la última.

Para el economista Stephen Gallagher, de la Societé General, la pausa anunciada por la Fed era de hecho «no apremiante». «No debe ser interpretada como el fin de la reducción de las tasas», estimó.

«Un deterioro mayor del mercado de trabajo y el riesgo siempre posible de nuevas turbulencias en los mercados siguen constituyendo factores que, en su conjunto, podrí­an generar fácilmente nuevas reducciones de tasas», según él.

Para Peter Kretzmer, del Bank of America, la Fed «podrí­a muy bien hacer una pausa en junio y medir el impacto de la flexibilización sobre la economí­a» estadounidense.

Otras fuentes evalúan que ha mantenido deliberadamente en la vaguedad su decisión, que una vez más ilustró sus divisiones ante la amenaza inflacionaria. Dos de cada diez votantes se pronunciaron en contra de la decisión de bajar las tasas, una medida que podrí­a desencadenar el alza de precios.

«Tratar de entender este comunicado es algo muy parecido a intentar una interpretación de la Biblia», opinó Robert Brusca de FAO Economics. «El lenguaje permanece oscuro, pero queda claro que la Fed está lista para entrar en acción».

Brusca observa que las reducciones de las tasas practicadas hasta ahora por la Fed «no apuntan a bajar las tasas que son importantes para los consumidores», como las del crédito inmobiliario.

«Se dirá que la Fed reconoce que la economí­a está debilitada, pero subraya que esa debilidad no es tan aguda… Y mantiene su preocupación por la inflación ¿pero en qué medida? Serí­a difí­cil decirlo».

La Fed mostró en su comunicado una postura ligeramente diferente al documento que emitió en su reunión de marzo. Al decir que la economí­a estadounidense estaba «débil» en lugar de decir que se debilitaba, puede dar la impresión de que la Fed cree en una estabilización, dicen algunos analistas.

«Para mí­, la Fed se muestra un poco menos preocupada por la situación de la economí­a y un poco más por la inflación», subraya el economista independiente Joel Joel Naroff. «Eso es muy sabio de su parte», agrega Eugenio Aleman, de Wells Fargo. «Todo el mundo dice que la expectativa de inflación está al alza y es para mí­ el mayor riesgo de futuro».

Para Naroff, ha dejado sus opciones abiertas, ante la incertidumbre que rodea la coyuntura estadounidense.

El Comité de Polí­tica Monetaria «necesita una cierta flexibilidad para actuar si hay nuevas sorpresas o si la economí­a no se recupera de acuerdo con lo esperado», resumió.