Y tras la tormenta…


El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde.

Gabriel Miró

Según las últimas cifras de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, Conred, sobre las ví­ctimas del volcán de Pacaya y de la tormenta tropical Agatha, 397 mil 808 personas fueron afectadas, de las cuales 174 fallecieron, 154 quedaron heridas, hay 113 desaparecidas y 27 mil 823 personas utilizaron un albergue.

Edith González

Los muertos fueron llorados y enterrados, sus familiares y amigos llevarán su recuerdo en la mente y el corazón, mientras buscan retornar a sus viviendas y reiniciar su vida. Volver a los trabajos a ganar el sustento diario, limpiar los campos para sembrar de nuevo, y ver que los patojos avancen en la vida; uno de los puntos más importantes y más difí­ciles, por lo que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, llama a tomar seis acciones urgentes y especí­ficas para atender a la niñez afectada por la tormenta Agatha.

1. Es esencial verificar la situación de cada niño, niña y adolescente, para proveerle una atención individualizada y especializada para prevenir cualquier violación a sus derechos, promover el reencuentro familiar en los casos que sea necesario, atención adecuada a aquellos no acompañados, garantizar su rehabilitación, salud y bienestar.

2. El regreso a la normalidad escolar, es una de las más eficaces formas de contribuir al retorno de la normalidad en la vida de los niños y las niñas, buscando la rehabilitación psicosocial  y ayudando a los padres de familia a concentrarse en las actividades de reconstrucción.

3. Reforzar los sistemas de vigilancia nutricional, para detectar y prevenir la desnutrición infantil, proveyendo atención especializada en los servicios de salud.

4. Los responsables de los albergues, y las instituciones que velan por la protección de la infancia, deben redoblar sus esfuerzos para evitar cualquier abuso, maltrato, secuestro de la niñez, especialmente las niñas y las adolescentes. Los padres de familia y los miembros de la comunidad deben denunciar cualquier intento de violación a los derechos de la infancia a las instancias correspondientes.

5. Los niños, las niñas y adolescentes damnificados y ví­ctimas de la emergencia deben recibir atención médica especializada para evaluar sus condiciones y emprender las acciones necesarias para su recuperación y promover la vacunación.

6. Los albergues y las comunidades afectadas deben contar con agua segura y saneamiento adecuado para prevenir enfermedades como diarreas e infecciones respiratorias.

La tormenta Agatha nos dañó muy temprano en la temporada de lluvia de este año, en el que están previstas otras más, tomemos precauciones, revisemos nuestra vivienda y sus alrededores y cuidemos a nuestros hijos y nuestra salud.

Â