¿Y no que el señor Presidente decí­a que no habí­a problema, pues?


Como alguien dijo en algún lado: «Â¡Cuando la cabeza anda mal, todo anda mal!»?Y eso es lo que ha ocurrido en esta nuestra Guatemala tan querida. Que no sabemos escoger a quien nos dirija y cuando sale alguien que sí­ es capaz de hacerlo, no lo apreciamos. Nuestra historia está llena de ejemplos de gente que sí­ podí­a y pudo llevar el paí­s por la senda del bien, de la honradez y del progreso y no le supimos corresponder, sino que o los matamos o les derrocamos o les dimos la espalda.

Antonio Sandoval Martí­nez

Por eso dicen que cada paí­s tiene el gobierno que se merece, así­ que ahora no nos quejemos. A este «polí­tico» le eligió el pueblo «democráticamente»: ahora hay que «aguantarlo», pues ya no hay manera de zafarse de él, como sucedí­a antes. Muchos dirán: «La democracia, al final de cuentas, tal vez no es lo mejor para ciertos pueblos. El chapí­n, ciertamente, es uno de ellos «Pero es lo que el pueblo quiere, así­ como quiso el pueblo nicaragí¼ense volver a elegir al sátrapa marxista que les hizo la vida a cuadros.

¿Qué nos espera en las próximas elecciones, si desde ya, han dado los candidatos en sembrar la anarquí­a ellos mismos, haciendo caso omiso de lo ordenado por el Tribunal Supremo Electoral, al no obedecer la prohibición de no hacer propaganda hasta que este cuerpo colegiado diera permiso para iniciar el proselitismo?

Si así­ son las ví­speras, ¿cómo serán las fiestas? Y ¿cuántos serán los candidatos y cuántos los partidos contendientes, especialmente ahora que con todos estos escándalos bancarios se habrá despertado una sed de dinero y de poder como jamás se ha visto? Las papeletas electorales más parecerán cartones de loterí­a de feria que otra cosa.

En fin, armémonos de más paciencia que los usuarios del «Transmetro» del «tercer mejor alcalde del mundo» y de los sufridos automovilistas en momentos de trabazón, pues esto que se vislumbra, no se ve nada agradable? y en rí­o revuelto, ganancia de? los seguidores de «don» Fidel, de «don» Evo, de «don Ortega», de «don Lula», de «doña» Rigoberta y desde el infierno, «don Stalin», «don Lenin» y demás demonios de la corte de Satanás.

¡Fí­jense, compatriotas, a lo que un pésimo desgobierno está acarreando a la Nación?! ¡ Y lo peor es que creen que son la octava maravilla del mundo!…