No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo soporte
De la conseja popular El presidente Colom decide no estar dispuesto a que le olviden, entonces vuelve a tomar la delantera para ocupar las primeras planas en los medios de comunicación.
Los guatemaltecos leyeron y escucharon cómo decidió otorgar dispensa en el pago de impuestos por cantidades millonarias a quienes podrían ser sus amigos, o financista, mientras días anteriores había mostrado su preocupación y malestar ante la falta de aprobación de más dinero para el Estado asumiendo que era indispensable para la reconstrucción del país, lo que incluye las intransitables carreteras; entonces la gente se pregunta realmente qué piensa, que está dispuesto a hacer por este país, porque lo que hasta ahora puede percibirse deja mucho que desear.
Y que decir de las exigencias hacia el Tribunal Supremo Electoral, para que realizaran llamados de atención a otros partidos mientras el suyo, del que dijo desligarse al asumir la Presidencia para no interferir, comete las mismas o peores infracciones a la Ley asumiendo que su propaganda la efectúa en actividades propias del Gobierno, pagadas, por lo tanto, con dinero de los guatemaltecos, estén de acuerdo o no, porque a decir de la señora de Colom lo que pensemos le viene del norte. Quizás por aquello de si el norte fuera el sur, sería bueno que pensaran que aunque continuamos con un elevado número de estudiantes que abandonan los estudios y otros más que no logran alcanzar la nota mínima para aprobar y pese a la orden de hacerlos pasar de grado a todos, aunque no alcancen las competencias necesarias los guatemaltecos, podemos percibir la realidad y sabemos que estamos a punto de tocar fondo, en muchos campos de la vida y ello puede ser muy peligroso.
Una prueba es la creación de comités de autodefensa dispuesto a enfrentar, incluso, a la misma autoridad cuando esta finalmente aparece, ante la desesperación de la falta de autoridad y el ataque de los grupos de delincuentes, de los que ninguna familia, ni grupo social, cultural o económico se ha librado
Entonces no sería mejor que se dedicara a realizar un verdadero trabajo. Cumpliendo el mandato para el que fue electo. Además de las promesas de campaña, utilizando un poquito de inteligencia, aunque sea prestada, para evitar el enojo y la cólera de los guatemaltecos ante el abandono y la indiferencia en que nos ha dejado, a merced de la delincuencia, con una canasta básica cada día más cara y una inquietante extrema escasez de empleo, en lugar de dilapidar los recursos del Estado y buscar reelecciones, abriendo la vía directa al infierno.