Debido a la crisis que actualmente sufren los valores humanos, siendo uno de ellos el incumplimiento de la ética profesional, lo que provoca actitudes reñidas con la ley, es por tal razón que fue incluido este importante tema en la plenaria del referido Congreso.
Uno de los problemas más grandes es el de lograr que el valor ético sea la norma de conducta para el funcionario y el profesional. La misma formación de ambos los hace ver con mayor claridad el resultado de sus acciones, por tal motivo las sanciones tienen que ser mayores cuando incurran en conductas delictivas por delitos graves.
Participé en este Congreso en la comisión de ética, siendo motivo de preocupación el incrementar su enseñanza desde la escuela primaria hasta la formación universitaria y durante toda la vida laboral. Sin ética profesional es imposible la convivencia pacífica, ya que existen funcionarios públicos que roban los caudales del pueblo que debieran ser invertidos en la salud y educación.
Por la falta de ética en nuestro país sufrimos una verdadera crisis en los organismos del Estado, es por ello que hace falta que el Colegio de Abogados publique en los diarios los casos de profesionales que se quedan con los bienes de sus clientes y que lamentablemente participan en el crimen organizado. Por duro que esto se aprecie es algo que sucede en la realidad.
El pueblo de Guatemala está urgido de que el valor llamado ética sea una hermosa verdad. Tal como dice en la participación del XX Congreso Jurídico: «Interesados en la concreción de los propósitos sociales, así como del respeto de la vida, la libertad, la justicia y los bienes, valores jurídicos esenciales de cada guatemalteco».
Afortunadamente tenemos ejemplos que imitar, uno de ellos fue el doctor Mariano Gálvez, Jefe de Estado de Guatemala de 1831 a 1838, de gran honestidad y que promovió obras educativas de mucho valor.