Durante dos días, la Oficina Nacional de Servicio Civil y el Instituto Centroamericano de Administración Pública facilitaron la realización del XVII Foro de la Función Pública –Naturaleza y rol del Servicio Civil–, el cual revistió de la presencia de delegaciones de los países participantes, y que alcanzó a invitar a los encargados de recursos humanos de algunas instituciones del sector público.
Además de los participantes, se tuvo como invitados a expositores de Brasil, España, Taiwán, México y Chile, entre otros, países que son referentes en materia de cambios institucionales en el recurso humano público, especialmente en cuanto a marcos normativos y gestión pública eficiente, aunque durante el desarrollo de las ponencias, se tuvo conocimiento que estos Estados “modelo” también enfrentan retos y mejoras en sus sistemas; sin embargo, es innegable la distancia que tienen en avance con respecto a Guatemala.
Los sistemas de servicio civil han alcanzado un grado importante de madurez como agenda de nación en casi todos los países del mundo que identifican la importancia del recurso humano del Estado, en su proceso de desarrollo y de los sistemas democráticos. Se asocia permanentemente a grados altos de institucionalidad y referentes de crecimiento económico, puesto que los inversionistas nacionales o internacionales requieren encontrar en los países certeza jurídica, procesos públicos ágiles, y cero tolerancia a la corrupción. Especialmente es notorio que los Estados cuando no alcanzan resultados específicos en materia de modernización, sufren problemas de transparencia y de eficiencia, lo que deviene también en no respetar derechos de las personas.
El Foro abordó una serie de temas que son tradicionales en estos encuentros que se han desarrollado desde hace muchos años, tales como la gestión para el desarrollo, la gobernabilidad, la modernización, la transparencia, la rendición de cuentas, el gobierno electrónico y las gestiones de calidad en la gestión pública. Algo que no es nuevo, pero que los países han alcanzado a definir estándares idóneos para el área latinoamericana y también para la región centroamericana y caribeña. Guatemala, sin embargo, es poco lo que logra aplicar.
El Servicio Civil y la Gestión Pública tuvo su más importante momento cuando se aprobó por los jefes de Estado y Gobierno, en una cumbre internacional en 2003, la denominada Carta Iberoamericana de la Función Pública, en la cual se comprometieron a alcanzar una modernización institucional de los países, incluyendo dentro de éstos, el servicio civil. Este esfuerzo normativo de naturaleza internacional, ha contado con el respaldo del CLAD –Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo–, así como el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la Organización de Naciones Unidas -ONU.
La situación del país es poco halagadora. Es uno de los tres países que no ha cambiado su sistema de servicio civil desde los años sesenta, fecha en que se aprobó la ley, a pesar de haber realizado múltiples esfuerzos en distintos gobiernos de los presidentes Arzú y Berger, así como pobres ensayos en el gobierno de Colom, quien prefirió negociar con organizaciones sindicales a cambio de apoyo electoral, sin tan siquiera entrar a un análisis de fondo de la situación, o al menos tomar de referencia los esfuerzos anteriores.
Felicitaciones a ONSEC y al ICAP por la organización del evento, que permite mantener el tema vigente para el país, aunque desafortunadamente este tema no está en agenda seria de ninguno de los Organismos de Estado, ni de las municipalidades, lo que simboliza que se prefiere mantener los criterios de clientelismo político por sobre los de meritocracia y transparencia.