Tiger Woods no gana un grande desde el Abierto de Estados Unidos de 2008. Dos años de sequía, una rodilla destrozada que le obligó a pasar por el quirófano y una retirada por asuntos personales no han conseguido sin embargo que dejara de ser el número uno. Pero su colección de 14 majors coge polvo.
Desde pasado mañana, en Saint Andrews, El Tigre tiene otra ocasión para volver a morder. Allí, en la cuna del golf, ganó en 2000 y 2005 dos de sus tres Opens Británicos. Y allí vuelve para un torneo que el año pasado vivió una mágica aventura con la casi victoria de Tom Watson en Turnberry a los 59 años.