Tiger Woods aseguró hoy que su codo izquierdo está «en buenas condiciones para iniciar» el Abierto Británico e insistió en que no ha perdido confianza pese la racha más extensa de su carrera sin un título de un major.
Woods realizó su sesión regular con los medios con miras al Abierto Británico en Muirfield, donde reanuda su búsqueda por un 15to título de un major. Woods, quien se esperaba rompiera el récord de Jack Nicklaus, no ha ganado uno de los torneos grandes del golf desde que se llevó el Abierto de Estados Unidos en 2008.
«Me siento muy bien sobre mi juego», aseguró Woods. «Me siento muy bien por cómo llego a los majors. He tenido un muy buen año hasta la fecha —he ganado cuatro veces. Pese a que no he ganado uno de los grandes en cinco años, he estado en la puja en muchos de ellos en los que he tenido oportunidades. Sólo necesito seguir manteniéndome ahí y tarde o temprano ganaré alguno».
La gran duda sobre Woods para este evento es su salud.
El mes pasado sufrió una torcedura de codo en el Abierto de Estados Unidos, el que jugó bajo dolor evidente mientras batallaba antes de terminar en el 32do lugar. No ha jugador desde Merion, perdiéndose incluso su propio torneo a fin de darle tiempo al codo para sanar.
«Me siento bien del codo», dijo Woods. «Es una de las cosas positivas de darse el tiempo para dejar sanar y recibir el tratamiento y terapia para ello. Lo principal era venir aquí, obviamente el campo será duro. Y yo voy a necesitar que ese codo se encuentre bien. Y sólo en caso de que el estado del campo sea, bueno, los reportes indican que va a ser alto, que va a ser frondoso. Necesito que esto esté listo y haya sanado. Y todo está listo para iniciar».
Woods ha sufrido varias lesiones, un cambio en su swing y muchas distracciones en su vida personal desde que ganó en Torrey Pines hace cinco años.
Pero no ha estado fuera de la contienda. En ocho ocasiones Woods ha terminado entre los mejores 10 lugares en torneos major desde su última victoria, pero no ha logrado poner fin a la sequía. Ahora regresa a un campo donde registró su peor ronda como profesional, con tarjeta de 81 golpes durante la tercera ronda del Abierto Británico de 2002.