Steve Ballmer, director general de Microsoft Corp., ha dicho que la actualización más reciente de Windows es una «combinación refinada» del antiguo sistema operativo para computadoras personales y la nueva interfaz táctil para dispositivos móviles más modernos.
SAN FRANCISCO / Agencia AP
Después de pasar algún tiempo usando el programa, la actualización parece más una solución a medias para una brecha cada vez mayor.
El asunto es que hay más de mil millones de computadoras personales que usan alguna versión de Windows en su configuración original hasta octubre pasado, cuando Microsoft lanzó Windows 8. Todas esas computadoras funcionan con ratón y teclado, no con pantallas táctiles y otros dispositivos de entrada como la voz y gestos con las manos que representan el futuro de la computación.
Cruzar esa brecha de la manera menos dolorosa posible es una de las metas de Windows 8.1, cuya versión preliminar Microsoft lanzó el miércoles.
Después de pasar varias horas con dispositivos Windows 8.1, no me queda claro si el entorno táctil es lo que usuarios tradicionales de Windows desean tener para las tareas productivas.
Microsoft ha agregado varias prestaciones divertidas en Windows 8.1 que merece la pena bajar con la actualización gratuita.
Una de las formas en que Windows recrea el pasado es la adición de botón de «Inicio» en la modalidad tradicional de «Escritorio». El botón aparece como un pequeño ícono de Windows en la esquina inferior izquierda de la pantalla.
Sin embargo, excepto la ubicación y el estilo, el botón no hace lo mismo que antes. Un clic lleva al usuario a la interfaz «Moderna», en vez del menú tradicional de «Inicio», que solía presentar una lista de programas usados recientemente y carpetas de uso común.
Si el botón se oprime prolongadamente o se marca con el botón derecho del ratón, presenta una lista de funciones complejas, que la mayoría de los usuarios dejan en manos de los técnicos, si tienen la fortuna de contar con uno. Uno pensaría que «Programas y Prestaciones» lo llevaría a esas cosas, pero en su lugar da acceso a la herramienta para desinstalar programas.
Además, en vez de recrear un entorno familiar, el nuevo botón de «Inicio» es otra forma de dirigirlo a uno al nuevo entorno. A menos que uno haya creado un atajo a un programa específico, necesita ir al entorno «Moderno» para lanzar programas, incluso los que sólo funcionan en la modalidad «Escritorio».
Otra forma en que Microsoft intenta aplacar a la base establecida de usuarios es permitir el arranque directo en modalidad «Escritorio», pero no hay forma de tener acceso a la mayoría de los programas, excepto a través de la interfaz «Moderna», así que los tradicionalistas tienen poco que celebrar.
Lo muchos cambios de Windows 8.1 facilitan su funcionamiento en el entorno «Moderno», la capacidad de buscar en internet y la computadora al mismo tiempo y un vistazo a lo que será posible en el futuro.