Will Power quiere algo más


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Will Power tiene 18 victorias desde que se mudó a Estados Unidos, donde es uno de los pilotos más condecorados en las carreras de bólidos de ruedas descubiertas.

Por JENNA FRYER INDIANAPOLIS / Agencia AP

Pero hay algunos huecos patentes en su currículum: nunca ha ganado las 500 Millas de Indianápolis y nunca se ha llevado un campeonato.

«Simplemente me encantaría ganar algo, sólo por una ocasión ganar algo significativo», dijo el jueves. «Estoy harto» de no ganar, agregó.

El piloto más dominante en la IndyCar las últimas tres temporadas no está contento con sus resultados. Y eso que son bastante impresionantes.

En 44 salidas en su carrera desde que ingresó a la escudería Penske Racing, Power tiene 15 triunfos, 20 poles, 24 podios y ha estado al frente al menos en una vuelta en 34 carreras.

«Si uno piensa en su registro con Penske Racing durante los últimos tres años, ha ganado casi una de cada tres carreras en las que ha participado, y ha estado en el podio al menos dos terceras partes del tiempo», dijo Penske. «Ello realmente lo coloca, al menos desde la perspectiva de las competencias en pistas, como el mejor piloto allá afuera en este momento».

Pero Power quiere más, mucho más, y su oportunidad de tachar las 500 Millas de Indianápolis de su lista de pendientes por ganar vendrá el domingo, en que arrancará quinto. Llega a la carrera como líder de puntos en la IndyCar, y ha ganado las últimas tres competencias de la temporada.

Mientras tanto, Penske lleva un 4-0 perfecto en carreras y 5-0 en pruebas de clasificación.

Así, este podría ser el año para que Power logre por fin ese hito. Tal vez será en la pista de Indianápolis en la carrera que el propietario de su escudería aprecia por encima de cualquier otra. O tal vez en la carrera por el título, que ha perdido los últimos dos años ante el tetra campeón Dario Franchitti.

Incluso si Power nunca gana otra carrera —algo que preocupa con frecuencia al australiano— de todas formas ha logrado mucho más de lo que esperaba. Había estado cerca de abandonar las carreras al final de cada temporada que pasó en Europa, donde acumuló una deuda enorme en su búsqueda por ingresar a la Fórmula Uno.

Al final de la temporada de 2004 pensó que con toda seguridad tendría que regresar definitivamente a Australia y unirse al negocio familiar, pero se mantuvo en las carreras un año más. Entonces llegó la llamada desde Estados Unidos, de Derrick Walker, que necesitaba un piloto australiano para su equipo de la serie Champ Car.

Power estaba renuente a considerar la oferta y sabía que mudarse a Estados Unidos probablemente significaría para él el fin de la F1 para siempre. Pero su libro contable mostraba un déficit de casi 500.000 dólares, y el empleo que Walker tenía disponible le pagaría un salario por primera vez en su carrera.

Así, la aceptó y nunca ha vuelto la mirada atrás.