Plaza Pública, una publicación digital fundada con el patrocinio de la Universidad Rafael Landívar, obtuvo el derecho exclusivo a publicar los cables de WikiLeaks relacionados con Guatemala, sumándose así a una serie de medios informativos de gran importancia alrededor del mundo que recibieron igual derecho. Plaza Pública, mediante una alianza con La Hora, dispuso el intercambio de materiales que incluye la divulgación de esas informaciones que han sido tan polémicas porque se nutren de las comunicaciones secretas del sistema de relaciones exteriores de Estados Unidos.
Ayer se publicó el primero de los cables que se divulgarán a un ritmo de dos o tres semanales y como se trató de una plática entre los dirigentes del Partido Patriota con el entonces embajador James Derham, no faltan los que creen que hay una agenda para perjudicar a ese partido y a su candidato Otto Pérez, especialmente por el tema de lo conversado entre los políticos y el diplomático con relación al papel de algún miembro del grupo de Los Mendoza. En el cable también se dice, sin embargo, que no hay ninguna evidencia sobre las acusaciones que se hacen a Pérez Molina sobre violaciones de derechos humanos, lo que indica que el reporte de la Embajada a Washington fue bastante equilibrado.
Pero el tema es que se está hablando de temas de interés público, de cuestiones que tienen que ver con aspectos importantes de la vida nacional que se deben conocer no únicamente en época electoral sino en cualquier momento, pero que tampoco se pueden silenciar por la proximidad de los comicios. Con nadie se muestran tan cándidos nuestros personajes como con el jefe de la misión diplomática de Estados Unidos y a él le dicen cuáles son algunas de sus fuentes de financiamiento, aunque el mismo Embajador les diga que esas mismas fuentes reparten dinero y también ayudan a otros candidatos.
La Hora, como nos hemos impuesto de tarea, siempre busca las versiones de las partes y por supuesto que lo mismo se hará y se hizo ayer con el Partido Patriota. Mauricio López Bonilla dijo que le parecía extraño que se publicara a 20 días de la elección algo relacionado con la elección pasada y que no tenía ninguna trascendencia.
Los cables trascenderán tarde o temprano y en vez de que se publiquen en las llamadas redes sociales, donde hay mucha irresponsabilidad, deben ventilarse en medios serios, como pasa en el resto del mundo, dando espacio a los interesados para que expliquen, si lo desean, su punto de vista aclarando, rectificando o ratificando los contenidos.
El tema, como siempre, es polémico porque si uno tiene información y no la da lo acusan de apañar a alguien y si la publica siempre dirán que fue con la intención de perjudicar a alguien. Eterna historia de este oficio.
Minutero:
Con cualquier información
se genera malestar
salvo cuando la intención
es con todos bien quedar