WikiLeaks: nada nuevo bajo el sol


Al conocerse el primer cable filtrado por WikiLeaks originado en la Embajada de Estados Unidos en Guatemala no puede hablarse de ninguna sorpresa porque el mismo simplemente recoge información que en realidad es del dominio público y que el paso de los meses desde que el agregado polí­tico de la misión diplomática preparó el informe, simplemente corrobora plenamente.

Oscar Clemente Marroquí­n
ocmarroq@lahora.com.gt

Todo el cable gira alrededor de las aspiraciones presidenciales de la esposa del presidente Colom y de eso no cabe ninguna duda. Ciertamente en los últimos meses algunos miembros de la UNE, especialmente los hermanos Alejos, se han dado a la tarea de decir que esa candidatura está en veremos porque las encuestas no demuestran el despegue que hubieran deseado, pero gente bien informada del entorno presidencial dice que es una estrategia para bajar el perfil de la candidata a fin de evitar desgaste innecesario antes de que se formalice la candidatura. Ella continuará realizando su trabajo de proselitismo directo con los beneficiarios de los programas sociales, pero los reflectores se dirigirán a Roberto Alejos, en una finta bien planificada.

Que la señora de Colom es seguramente la persona más competente en el Gobierno, como lo dice el cable, no cabe la menor duda, sobre todo porque se le reconoce que sabe tomar decisiones y que las ejecuta, a diferencia de lo que ocurre con su esposo, el Presidente de la República. Que los programas sociales han tratado de escamotear información no es un invento del señor Drew Blakeney, como tampoco lo es que la candidatura tiene una controversia constitucional por la prohibición para que parientes del presidente en ejercicio puedan optar a la Presidencia de la República.

Creo que es un informe realmente balanceado que presenta las cosas sin exageraciones y sin apreciaciones escandalosas como las que todo mundo espera de WikiLeaks. La proximidad de la señora de Colom con gente que militó en la guerrilla durante el conflicto armado interno es conocida y perfectamente natural en un paí­s que firmó la paz con el movimiento guerrillero, y si acaso alguna novedad puede haber para algunos, aunque en realidad es información conocida de hace años, es la vinculación que hace el cable de la figura de Monsanto con la planificación del asesinato de John Gordon Mein, aquel afable embajador de Estados Unidos muerto durante el gobierno de Méndez Montenegro.

El carácter que se le atribuye a la señora es algo que puede considerarse como cuestión de dominio público porque tanto sus seguidores como sus crí­ticos, hablan de ese tema. Que algunos ministros se hayan retirado por su difí­cil carácter es algo que se ha dicho en privado, aunque nadie lo ha sostenido públicamente. Apenas si el doctor Fuentes Knight dijo alguna vez que la consigna a la UNE para no aprobar el presupuesto el año pasado vení­a de la Primera Dama, pero lo que filtró a la prensa en esa ocasión nunca lo sostuvo públicamente. Su sustituto, Balsells Conde, sí­ dijo con pelos y señales que su remoción era por diferencias con la esposa del Presidente.

Yo mismo he escrito algunas columnas diciendo que donde manda capitán no manda marinero, en alusión al papel que juega el Presidente con respecto a quien sí­ es ejecutiva y toma decisiones sin andarse por las ramas.

De suerte que lo único que cabrí­a agregar al cable que salió de la Embajada y que fue clasificado como confidencial por el Departamento de Estado es la finta de los últimos meses, para apartar los reflectores de la figura de la señora de Colom, dirigiéndolos artificialmente a Alejos en un acuerdo para bajarle el perfil y evitar desgaste.