Al estilo de Wikipedia, Wikileaks es un medio en forma de portal web en el que cualquier persona puede compartir su información con el mundo entero mostrándola en la web. A diferencia de Wikipedia, Wikileaks tiene controles bastante más estrictos en lo que deja o no «subir» a su página. Además por tratarse de información generalmente sensible, que básicamente se centra en actuaciones de gobernantes o ejecutivos de empresas u organismos internacionales, cumple un estricto control en la protección de la fuente, cosa fundamental en un medio de cualquier tipo pues si no se cuenta con el amparo del poderoso medio, un cualquiera no se atrevería a revelar información por miedo a las consecuencias que esto le podría acarrear.
La lógica es sencilla, un medio o un periodista siempre debe de estar protegido por las más elementales leyes de la libre emisión del pensamiento y en materia de crítica o información de gobiernos y sus funcionarios deberá tener derecho a reservarse la fuente. Obviamente el público, por lo general, no da la misma importancia o relevancia a una noticia o crítica que no tiene una fuente definida y creíble y si se la da a una noticia u opinión fundamentada con una fuente y las pruebas correspondientes.
Los documentos que muestra wikileaks pueden o no ser creíbles, pueden o no ser confiables, simplemente son parte del mar de información que hoy, gracias al ingenio humano y la libertad creativa de algunas sociedades, están a la mano de casi todo el mundo. Esto es algo que toda la gente, pero sobre todo los que se encargan de la cosa pública, tendrán que tomar muy en cuenta de ahora en adelante. Creo sinceramente que el mundo tiene ahora con este y otros portales una herramienta adicional para saber y entender qué están haciendo sus gobernantes; un servidor público siempre tiene una factura política, de crédito o negativa, que habrá que asumir tarde o temprano y los medios siempre ayudan con su información para que en el caso de las facturas negativas, sean cobradas por la población más temprano que tarde.
Ayudará también el portal, a quitarnos de encima esa ridícula y costosa maña que tienen los gobiernos actuales para relacionarse con otros gobiernos y entes internacionales, con una serie de procedimientos que hace increíblemente felices a los gobernantes por la excesiva lambisconería con la que se tratan entre ellos y que no hace más que retardar y entorpecer las comunicaciones entre gobiernos. Por ejemplo: Excelentísimo Señor Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Señor Hugo Rafael Chávez Frías: En mi calidad de Presidente Constitucional de la República de Guatemala y de acuerdo a los poderes que la ley me faculta, tengo a bien comunicarle oficialmente que el Estado de Guatemala declina respetuosamente su amable invitación para formar parte del Acuerdo de Cooperación Energética PETROCARIBE…….. Además de mamones son aburridos! Que les cuesta decir: Gracias Hugo pero no nos interesa.
Les guste o no la diplomacia debe de ir encaminada a relaciones más frontales y sinceras, menos complicadas y más directas porque se debieran de utilizar únicamente para cuestiones de Estado y no para regular e interferir las relaciones entre los individuos ciudadanos del mundo. Los Estados serán menos intervencionistas porque por la rapidez y facilidad con la que se mueve la información podrán, cada vez menos, actuar distinto a lo que realmente piensan u opinan. Cuando quieran opinar algo, lo tendrán que hacer de frente y sin tapujos y ese costo les hará cautos y mesurados.
Pregúntese ¿por qué los gobernantes tienen que guardar secretos?, ¿a quien le esconden la información? ¿Será correcto que exista tal cosa como información clasificada? ¿Quiénes tienen y quienes no tienen acceso?
Celebre Wikileaks porque este tipo de medios, como todos los existentes, nos ayudan a ver las cosas un poco más como son y no como quieren que las veamos. No es la panacea, claro, pero seguro nos hace mucho más bien que mal.