¡Qué pasó, Mr. Bush!, le confieso que me sorprendió la noticia de su visita a Guatemala y a otros cuatro países de Latinoamérica, en realidad muchos aquí ya habíamos pensado que el continente para usted se limitaba a México y Canadá, pero bueno, bienvenido y espero no pecar de iluso al considerar la posibilidad de un naciente pero auténtico interés de su parte en la región.
Muchos analistas y hasta nuestro Canciller han calificado su presencia como un acto tardío, pero yo prefiero ser optimista al considerar que algo podría rescatarse a pesar de que todos sabemos que le resta poco más de año y medio en el poder y que sobretodo, no está en su mejor momento. Por eso es que lo invito a considerar el hecho de que usted aún tiene la posibilidad de dejar sentadas las bases para una nueva y mejor relación entre su país y el resto del continente. Dicen por ahí que su visita en estos momentos a Latinoamérica obedece a una estrategia por «la pequeña guerra fría» que han armado usted y el señor de la política exterior de la chequera, el presidente venezolano Hugo Chávez. Ya el periodista Oppenheimer dijo que el fracaso de la Cumbre de Mar del Plata «partió» al continente en dos, los anuentes a firmar un Tratado de Libre Comercio y los que lo desestimaron rotundamente. ¡Pero Mr. Bush !, cómo era posible que cuajara el ALCA al mismo tiempo de carecer de política exterior hacia el continente, no era nada más de llegar y todos agarraditos de la mano cantando iban a firmar un TLC, sin una estrategia previa, consistente y sostenida con nuestros vecinos del Sur. Le recuerdo que el único Presidente del hemisferio que ha manifestado «su gran emoción por estar al lado del hombre más poderoso del mundo», es nuestro folklórico «mandatario». Le comento que a los guatemaltecos nos ha costado acostumbrarnos a las vivarachas expresiones de este niño tan ocurrente.
Vea Mr. Bush, en Centroamérica nadie se opone a su agenda en el continente, que todos sabemos se ha limitado a narcotráfico, comercio, migración y terrorismo, pero que tal sería agregarle otro ingrediente ensayando en nuestra región un programa como el de «Alianza para el Progreso» que quiso realizar el presidente John Kennedy en su momento. ¡Pero hagámoslo, sin paj..!. Considero que un programa de esta naturaleza en nuestra región generaría confianza en el sur, ¿no le parece?. Recuerde el trato que los países ricos de Europa le han dado en el proceso de integración comercial a sus vecinos pobres del Este, ¡realmente les han dado la mano!. Y eso es lo que necesitamos acá, que nuestro vecino rico del Norte nos acompañe en nuestro proceso hacia el desarrollo. Piénselo Mr Bush, si no complementamos el tema de comercio lo que estaremos haciendo es terminar de desacreditar el modelo. Por qué cree usted que el discurso de Chávez está generando tantos adeptos en el continente. ¡Mientras tanto concédanos un buen gesto deteniendo las deportaciones masivas!, si hablamos de vínculos fraternos resulta incoherente actuar así. Eso en cualquier lugar se interpreta como un doble discurso. No olvide que el primer Presidente de su país fue un inmigrante, y también indocumentado. ¿Lo sabía?. Y finalmente Mr Bush…. reconozcamos que los únicos lazos que unen a los pueblos son aquellos que están fundamentados en principios humanitarios y sentimientos solidarios. Think about it.