La Liga Awami de la ex primera ministra de Bangladesh Hasina Wajed consiguió un triunfo aplastante en las elecciones legislativas ayer, con lo que podrá volver al poder tras siete años de oposición, dos de ellos bajo estado de excepción.
A sus 61 años, esta mujer de eterna sonrisa pero de carácter firme se resarce de su derrota en 2001 ante su gran rival Jaleda Zia, y está segura de recuperar la jefatura del gobierno.
De los 299 escaños del Parlamento, la alianza formada en torno a la Liga Awami, un partido laico de centro izquierda, se llevó 229 en las 295 circunscripciones en las que terminó el recuento de votos, según la comisión electoral.
«Ha obtenido una clara mayoría para gobernar sin otro partido», dijo el portavoz de la comisión, S.M. Asaduzzaman, que añadió que el Partido Nacionalista de Bangladesh (BNP, derecha) de Jaleda Zia sólo dispone de 27 escaños.
«Nuestra dirigente ha abogado por el cambio y el pueblo ha respondido a ese llamamiento», declaró el portavoz de la Liga Awami, Nuh Alam Lenin.
Sin embargo, el BNP de Jaleda -primera ministra en dos ocasiones (1991-1996 y 2001-2006)- denunció «numerosas irregularidades», lo que hace temer que estallen tensiones tras las elecciones.
Las elecciones estaban encaminadas a restablecer la democracia en Bangladesh, tras dos años de estado de excepción impuesto por un régimen de transición apoyado por el ejército.
La participación fue muy elevada: más del 85% de los 81 millones de electores convocados a las urnas desafiaron el frío el lunes para ejercer su derecho en las primeras legislativas desde 2001, seguidas por 200.000 observadores y 660.000 miembros de las fuerzas del orden.
El Departamento de Estado norteamericano, que vigila la actividad de grupos islamistas «terroristas» en este país de 144 millones de habitantes, dijo que «todos los bangladesíes pueden estar orgullosos de estas elecciones». Los observadores de la Unión Europea calificaron la votación de «sobresaliente».
No obstante, los comicios volvieron a resumirse en un pulso entre dos mujeres: Hasina Wajed, primera ministra entre 1996 y 2001, y Jaleda Zia, quienes monopolizan desde hace cerca de 20 años la vida política de este país musulmán laico y pobre.
Las dos mujeres, que se odian, están perseguidas por la justicia desde 2007 por presuntos sobornos y malversaciones de fondos. El gobierno interino, apoyado por el ejército, intentó enviarlas al exilio en abril de 2007, aunque luego las encarceló durante un año. Finalmente fueron puestas en libertad bajo fianza en el verano (boreal) para poder participar en las legislativas.