Vuelta a la normalidad


No cabe duda que a todos nos cae bien romper con la rutina y las fiestas navideñas y de fin de año siempre nos apartan del ajetreo normal pero hemos llegado al fin de ese perí­odo de distracción y al volver vemos que están allí­ todos los problemas en los que dejamos de pensar durante los dí­as de festejo. En efecto, la crisis económica y la falta de seguridad continúan siendo para los guatemaltecos el mayor agobio y al respecto de esos dos temas debe centrarse la atención ciudadana para exigir a las autoridades que sepan enfrentarlos con seriedad y eficiencia.


Dadas las caracterí­sticas globales de la crisis es poco lo que internamente se puede hacer para contrarrestarla porque mientras exista recesión en Estados Unidos y los otros mercados que adquieren productos de nuestro paí­s, tendremos que aguantar los efectos de la baja actividad económica y posiblemente signos internos de agudización de los problemas sociales porque ya sabemos que las dificultades económicas afectan más a los que menos tienen y por lo tanto se hacen más visibles las diferencias económicas en cualquier sociedad.

Las autoridades monetarias por lo visto tienen serias dificultades para encontrar una hoja de ruta adecuada, porque mientras todo el mundo realiza rebajas en sus tasas de interés para reactivar la economí­a, la Junta Monetaria aquí­ va en dirección contraria lo que encarece el crédito y complica la actividad económica. Ese tipo de contrasentidos son los que debieran evitarse porque si no pueden ayudar mucho, por lo menos habrí­a que esperar que no estorben tanto.

En el plano de la seguridad es imperativo que se logren avances pronto, porque el primer año de gobierno del ingeniero Colom ha servido únicamente para corroborar la calamidad en que se encuentra la Policí­a, lo mal que anda el Ministerio Público y la inutilidad del sistema de justicia. Pero obviamente no se le eligió para que nos confirmara lo que ya todos sabí­amos, sino para que corrigiera esos males que pueden ser heredados, pero que él no puede heredar al próximo gobierno porque se comprometió de manera expresa con la población a enfrentar el problema y su frase de que la violencia se combate con inteligencia se ha revertido en forma dramática en su contra.

Otra asignatura que también está pendiente es la de la transparencia en el manejo de los fondos públicos, mucho más importante ahora que existen suspicacias respecto a la forma en que se manejan fondos para la cohesión social sin mecanismos de verificación y rendición de cuentas. Basten esos tres puntos para señalar aspectos en los que urge actuar con propiedad.