Vuelta a la Misa en latí­n


Por disposición de Su Santidad, Benedicto XVI, los católicos de todo el mundo, tendrí­an que escuchar la Santa Misa en latí­n, considerado lengua muerta, como era en tiempos muy atrás, y de seguro el celebrante estarí­a de espaldas a los feligreses, que viene siendo como si en una obra de teatro los actores hablaran en un idioma extranjero y de espaldas al público.

José Antonio Garcí­a Urrea

Con relación a la Santa Misa se pierde la comunión con los feligreses. En el Santo Oficio en latí­n, apenas si se escucha el bisbiseo, sin entender nada y no sólo para nosotros los latinoamericanos, sino para los nativos de otras regiones del globo terráqueo. Sólo falta que se retorne a aquello de: «católico, apostólico y romano», cuando Roma fue por varios siglos la dueña y señora del mundo.

Ya monseñor Quezada Toruño, cardenal arzobispo nuestro, expresó que se malentendió lo dicho por el Santo Padre, y que la Santa Misa aquí­ se seguirá celebrando en español. Falta que el Papa lo rectifique, como lo hizo cuando se refirió a la venida de los invasores españoles a América. ¿Será, como ya lo expresé en Butaca anterior que sus asesores lo están aconsejando mal?

La Iglesia Católica, sin apartarse de su doctrina, debe ir acomodándose a las corrientes modernas, y no tratar de imponer normas que riñen con las costumbres actuales. La juventud de hoy piensa de otro modo, unas ignorando total lo que es religión, y otras analizándola, claro, sin conocer nada de teologí­a ni del dogma. Se me ocurre lo que se decí­a antes, que un bebé nací­a con su pan bajo el brazo, ahora se dice que nace con su computadora bajo el brazo.

Antes el mundo era chico, ahora es amplio y grande. Estos temas no hay que pensarlos sólo a la europea, ni tratar de apropiarse con exclusividad de algo, que como la religión es parte de la humanidad, según cada creencia. No hay que dividir, hay que ser ecuménico, tolerante, conciliador. Mientras tanto, es bueno que aquí­ en Guatemala, Centroamérica, la Santa Misa, sin desacato, se siga celebrando en español y de frente a la feligresí­a.

GOTITA: Decí­a un mi colega: requiscat en pace, «cada quien trae su chus».