Para Jacquita Gonzales no era inusual que su esposo no estuviera presente en acontecimientos familiares, debido a su trabajo de asistente de vuelo «senior» de la aerolínea Malaysia Airlines, que lo mantenía mucho tiempo alejado de su hogar.
Sin embargo, el sentimiento de ausencia en su vigésimo noveno aniversario de casamiento, el 1 de junio pasado, fue totalmente diferente. Esta vez pasó el día sólo con sus cuatro hijos, su nieto y sus recuerdos.
Patrick Gomes estaba trabajando el 8 de marzo en el vuelo MH370 de Malasia Airlines con destino a Pekín, cuando, junto con otras 238 personas, se convirtió en una víctima de lo que es uno de los misterios de la aviación más trágicos del mundo. El 16 de junio se cumplen 100 días de su desaparición.
Alrededor de una hora después de haber despegado de Kuala Lumpur, el avión desapareció de los radares y no fue visto nunca más.
«No perdemos la esperanza. Esperamos que algún día vuelva a casa», dijo Gonzales, de 52 años.
Esta madre de cuatro hijos se mantiene ocupada trabajando en el centro de acogida diurna que tiene su hija. El trabajo «mantiene mi mente sin pensar en la tragedia», indicó.
«A veces me quedo mirando fijamente mi teléfono, deseando que suene y yo reciba un mensaje de él», añadió Gonzales.
Pero sin una evidencia definitiva de dónde terminó el avión su viaje, se hace cada vez más difícil para los familiares, como Gonzales, mantener la esperanza.
Luego de la desaparición del vuelo MH370, cientos de barcos y aviones participaron en una acción de búsqueda internacional del avión en el sur del océano Índico.
Equipos especiales para detectar objetos sumergidos buscaron sin éxito señales de las cajas negras del Boeing 777, mientras que submarinos de alta tecnología mapearon decenas de miles de kilómetros cuadrados de lecho marino.
Se espera que se anuncie un nueva área de búsqueda para la próxima fase de la operación submarina, que está previsto comience en agosto.
La nueva fase de búsqueda «comenzará en agosto y demorará al menos un año», informó el Departamento de Aviación Civil de Malasia, uno de los organismos que fue criticado constantemente desde que desapareció el avión.
Lai Chien Mei, de 30 años, prima de la pasajera Chang Mei Ling, dijo que es muy difícil vivir para los familiares hasta tanto sepan qué ocurrió.
Cuando trabaja en su computadora tarde por la noche, algunas veces se encuentra a sí misma mirando fijamente la pantalla esperando que Mei Ling la llame por Skype desde su casa en Estados Unidos, relató.
«Podíamos chatear hasta altas horas de la madrugada, en especial los fines de semana», indicó. «Nos criamos en el mismo pueblo de Sungai Petani, en el estado de Kedah. Fuimos a la misma escuela».
Lai relató que a veces comienza a sollozar, superada por el temor de que su prima y mejor amiga haya muerto.
La frustración de los familiares aumentó por la gran cantidad de pistas falsas y avistajes de restos que resultaron no ser del avión.
La sospecha inicial de que el piloto y copiloto podrían haber estado involucrados en la desaparición del avión fue descartada por la policía.
La ira de los familiares, en especial de los pasajeros chinos -que eran mayoría en el avión- contra las autoridades, por los infructuosos esfuerzos de búsqueda, hicieron que algunos tomaran el asunto en sus propias manos.
Lanzaron una campaña para recaudar fondos, con el objetivo de reunir cinco millones de dólares, que destinarán a recompensar a quien pueda proporcionar información que ayude a hallar al MH370.
Tras una presión permanente de un grupo de familiares, las autoridades difundieron datos satelitales brutos que contenían los últimos registros del avión.
Para Intan Maizura Othman, esposa del auxiliar de vuelo Hazrin Hasnan, explicarle a su hija de cuatro años que es posible que su padre no vuelva a casa fue lo más difícil que tuvo que hacer.
Intan, de 34 años, también es asistente de vuelo de Malaysia Airlines. En mayo dio a luz a su hijo.
Cuando se le pregunta si está lista para aceptar que su esposo no retornará a su hogar para ver a sus dos hijos, Intan dice: «Acepto cualquier resultado, que esté vivo o muerto. Si está muerto, muéstrennos la prueba, ahora».
No todas las familias piensan en la posibilidad de ver de nuevo con vida a sus seres queridos.
En mayo, un grupo de familiares en Australia realizó lo que se cree fue el primer «funeral» para las víctimas del MH370.
«Nuestra familia está tratando de asumir esta terrible tragedia», dijo Jayden Burrows, hijo de los pasajeros Rod y Mary Burrows. «Amamos y extrañaremos a nuestra madre y a nuestro padre».
Omar Selamat, de 60 años, padre de uno de los pasajeros del vuelo MH370, Khairul Amri Selamat, dijo que estaba analizando realizar una demanda legal contra Malaysia Airlines por no ofrecerle más asistencia a los familiares.
Malaysia Airlines «debería velar por nuestro bienestar», pero no lo hizo, indicó. La aerolínea cerró sus centros de servicios de atención al cliente el mes pasado. La preocupación de Omar por el futuro de su nieto de un año debe sentar un precedente, indicó. «Hay cuentas y una hipoteca que pagar», añadió.
Hasta esta semana, el gobierno de Malasia dijo que siete familias, seis malasias y una china, recibieron cada una 50.000 dólares en concepto de indemnización por parte de la aseguradora de Malaysia Airlines.