Voto hispano dividido


En una ciudad en que el electorado suele votar por un representante del grupo étnico al que pertenece, dos prominentes hispanos que se han postulado para alcalde de Chicago no ven razón alguna para buscar un candidato de unidad.

Por SOPHIA TAREEN

Gery Chico y Miguel del Valle no se consideran siquiera rivales directos, lo que refleja la naturaleza fragmentada de la población hispana en una campaña que podrí­a derivar en la elección del primer alcalde de origen latinoamericano de Chicago. Sus principales rivales, o por lo menos los más conocidos, son el ex jefe de personal de la Casa Blanca Rahm Emanuel y la ex senadora nacional Carol Moseley Braun.

Chico, ex presidente de escuelas públicas y ex jefe de gabinete del alcalde saliente Richard Daley, es mexicano-estadounidense y el domingo recibió el respaldo del representante federal Luis Gutiérrez.

Del Valle, actual secretario del Ayuntamiento, es un ex senador estatal proveniente de una familia puertorriqueña. Orgullosamente, se proclama como el candidato «más pobre» de la contienda.

Chico, quien dirige un estudio de abogados en el centro de la ciudad, ha recaudado 2,5 millones de dólares, de acuerdo con su oficina de campaña. Del Valle sólo 150.000 dólares.

Ambos figuran entre los candidatos más prominentes entre una docena de aspirantes a la alcaldí­a. Y los dos han dicho que no claudicarán, aun si eso implica dividir el voto hispano y casi asegurar que ninguno de casi una docena de candidatos obtenga el 50% de los sufragios necesarios para ganar la elección del 22 de febrero sin necesidad de una segunda vuelta.

«Le estamos dando opciones a la gente», dijo Del Valle. «Es antidemocrático tratar de limitar las opciones».

Chico, quien ha resaltado su experiencia más que su origen étnico, no considera que dividir el voto hispano sea un problema. «Ni siquiera pienso en ello», dijo.

A pesar de sus palabras, ambos candidatos han tratado recientemente de atraer el voto de ese sector, que representa cerca del 15% de los 1,5 millones de votantes registrados de Chicago, de acuerdo con estimaciones de autoridades electorales.

Los candidatos han abierto oficinas en vecindarios predominantemente mexicanos y puertorriqueños, tienen anuncios por televisión en español, buscan el apoyo de hispanos renombrados y promueven sus historias personales para identificarse con los votantes de ese origen.

Una encuesta de Chicago Tribune/WGN difundida en diciembre, no obstante, mostró que Emanuel tení­a más apoyo entre los hispanos (27 que Del Valle y Chico juntos (14 y 12% respectivamente).

«Es como si le hubiesen abierto la puerta a la comunidad latina y hay una gran ambición polí­tica. Si se da la configuración correcta, los latinos tiene una oportunidad» de llegar a la alcaldí­a, dijo Marí­a de los Angeles Torres, profesora de la Universidad de Illinois.

Pero los expertos señalan que es difí­cil predecir qué pasará con los votantes hispanos, quienes están divididos en muchos aspectos: nacionalidad, situación migratoria, clase social y geografí­a.

Los lí­deres hispanos lograron movilizar a los votantes de ese sector en las elecciones presidenciales del 2008, en las que alcanzaron una participación histórica, y los hispanos protagonizaron manifestaciones multitudinarias para promover los derechos de los inmigrantes el 1ro de mayo de ese año. Pero resta por verse qué sucederá a nivel local, según Eric Oliver, profesor de ciencias polí­ticas de la Universidad de Chicago.

Las divisiones de la comunidad hispana se hicieron evidentes cuando el influyente dirigente Juan Rangel, aliado de Daley que lidera la Organización Vecinal Unida (United Neighborhood Organization), apoyó a Emanuel. Al mismo tiemp, muchos militantes de la causa de los inmigrantes acusan al gobierno de Barack Obama de no hacer lo suficiente para promover una reforma a las leyes de inmigración.

Numerosos hispanos dicen que todaví­a no decidieron por quién votarán.

José González, un mexicano-estadounidense, firmó una petición para que del Valle fuese admitido como candidato, pero no cree que pueda ganar. Indicó que probablemente vote por Braun.

«Gery Chico representa la maquiniaria de Daley para mí­», dijo González. «Tal vez trate de hacerse pasar por mexicano. Pero, ¿qué ha hecho por los mexicanos?».

Eric Porrez, un gerente de banco, no está de acuerdo. Dijo que le gustan los antecedentes empresariales de Chico y su llamado a reducir la burocracia municipal. «Ha tenido el valor de plantear esos temas, y cumplirá si es elegido», sostuvo Porrez.

Chico tiene raí­ces multiculturales. Es de ascendencia mexicana, griega y lituana, y está casado con una cubana. En su campaña ha resaltado el hecho de que su abuelo fue un inmigrante mexicano de origen humilde.

Del Valle, quien vino a Estados Unidos de Puerto Rico con sus padres cuando tení­a cuatro años, tiene un fuerte apoyo en el West Side de la ciudad, sobre todo en el barrio Humboldt Park, donde hay una gran concentración de puertorriqueños. Fue organizador comunitario hasta que fue elegido como el primer senador estatal hispano en 1987.