Habrá votación para Rector(a) a plazo corto, en unos días o en unos meses, según se resuelva el recurso de inconstitucionalidad al proceso de elección que un grupo de universitarios presentaremos por violentarse el principio de “igualdad” –utilizado por la Corte de (In) Constitucionalidad (CC) para inmiscuirse en las elecciones de Vocales 1º y 2º de las Juntas Directivas de Facultades. Dicho principio se viola al dejar fuera del proceso a todas y todos los estudiantes de 16 centros regionales y las Escuelas no facultativas (Ciencias de la Comunicación, Ciencias Políticas, Deportes, Historia, Trabajo Social, Superior de Arte y Psicología)

al desequilibrar el voto de las y los docentes, ya que en los Centros regionales y Escuelas no facultativas no se eligen cuerpos electorales propios, mientras que las y los docentes titulares de las Facultades no solamente eligen su propio cuerpo electoral sino que también votan en las elecciones de los cuerpos de sus correspondientes colegios profesionales; y, finalmente, al mantenerse la artificiosa distinción entre profesores titulares y otros profesores, que ha profundizado la corrupción.

Suponemos que la CC va a rechazar el recurso, a menos que decenas de miles de afectados manifestemos masivamente ante la Rectoría y, mejor aún, ante la CC. Muchas veces en la historia los pasos han tenido más impacto que los votos. Si la maquinaria oficial prevalece y la elección se realiza en marzo, es evidente que necesitaremos acudir a las urnas y depositar nuestro voto. Un voto consciente en contra de dicha maquinaria y a favor de Hada Alvarado, como la primera Rectora en los 338 años de vida de la Universidad de San Carlos. Es inconcebible que después de ocho largos años del Rector actual y de una huelga estudiantil dirigida por EPA, la maquinaria oficial haya podido retrasar la reforma universitaria, evitar el cambio del sistema de elecciones de Rector(a) y utilizarlo para tratar de mantenerse en el poder.

La opción es votar por las planillas de Hada Alvarado. No sabemos cómo responderán los catedráticos titulares, bajo enormes presiones y con temor a represalias, aparte de que algunos han sido cooptados. La historia es distinta en los colegios profesionales, en donde se están dando procesos de depuración y renovación. Y la historia puede ser muy distinta con los estudiantes. Esas elecciones no están determinadas ni por las asociaciones estudiantiles ni por representantes estudiantiles ante el CSU que se hayan comprometido con la maquinaria oficial. Es la oportunidad para cambiar las cosas sin tener que recurrir a tomarse la Rectoría u otros espacios universitarios. Con votaciones masivas dirán: no más corrupción, privatización ni elitismo. Con el voto por las planillas de Hada Alvarado se dirá SÍ a la excelencia académica; la investigación para resolver los graves problemas del país; la extensión y el servicio profesional supervisado en las comunidades; el ejercicio pleno y responsable de la autonomía universitaria; y la democratización real de la Usac, no solamente en su autogobierno sino que también en su cobertura amplia de todas y todos los guatemaltecos que aspiren a la educación superior.