Guatemala, debemos abrir los ojos y dejar de cometer los mismos errores que hemos repetido año tras año, con cada gobierno y partido polí­tico. No es posible que sigamos actuando de igual manera ante la polí­tica, eligiendo a corruptos similares, y esperando un gobierno diferente bajo la misma fórmula. Como lo dijo Albert Einstein: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez, y esperar resultados diferentes.”

Imagine esta imagen: si un extranjero desconocido por usted, con valores o intenciones cuestionables, le pide que le dé su dinero, ¿estarí­a usted dispuesto a simplemente entregárselo? Para la mayorí­a de nosotros, la respuesta serí­a no. En otras palabras, piense que un extraño malicioso se le acerca, pidiéndole que le regale Q1,000.00 (dinero que a usted le ha costado mucho esfuerzo y trabajo). ¿Le dirí­a usted: “Seguro, ¿por qué no?», y sólo se lo entregarí­a? Nuevamente, la respuesta volverí­a a ser un no rotundo.

En el ejemplo anterior, me limité a sugerir regalar mil quetzales del dinero ganado con su trabajo duro. ¿Qué pensarí­a si le dijera que usted ya lo ha hecho antes, y que lo más probable es que sin hacer cuestionamiento alguno lo siga haciendo hasta hoy en dí­a?

Indudablemente, los guatemaltecos hemos estado entregando nuestro dinero a gente de valores e intenciones cuestionables que ocupan cargos en el gobierno. Personas que al estar en gobierno piensan que es tener un botí­n, y disponen de estos fondos a su cargo como si fuera el dinero de una organización de caridad diseñada para beneficiarlos a ellos y sus familias y amigos.  Esta gente olvida o no comprende que ese es el dinero que los ciudadanos pagamos con nuestros impuestos, que ha sido producto de nuestro sacrificio diario y que tiene como propósito ser utilizado para beneficio de la comunidad.

Nosotros necesitamos un gobierno que invierta nuestros impuestos y el dinero del Estado con prudencia y en la manera que tenga el uso más rentable para la obra estatal de interés común, no un gobierno que lo vaya a derrochar y malgastar.

Realmente es necesario desarrollar nuevos hábitos y mentalidades, ya que solo en los últimos cuatro años, hemos visto malversaciones, robos y fraudes dentro del gobierno, los cuales han involucrado un total de Q2,344 MILLONES. Y aquí­ únicamente estamos hablando de los fraudes que han sido documentados. Esto no quiere decir que no debemos confiar en un gobierno estable al cual le podamos entregar el dinero de nuestros impuestos. Al contrario, sin organizaciones como tales, vivirí­amos en un caos constante.

Sin embargo, debemos abrir los ojos y ver a quién estamos confiando con nuestros valores.

En 2008, Q655 millones fueron mal usados en únicamente cuatro casos diferentes. Guatemala, ¡esto es Q655 millones!

Si con sólo Q25,000.00 organizaciones como la Fundación Sergio Paiz puede instalar todo un centro de computación y capacitación a los maestros de TODA una escuela, ¡imagí­nese todas las miles de posibilidades de progreso para el paí­s que han sido y están siendo gastadas!

En 2009, Q533 millones fueron parte de siete casos de fraude. El siguiente año, en 2010, lo mismo fue cierto para Q981 millones. ¡Q981 MILLONES! ¡¿Siquiera podemos imaginar las pérdidas para el paí­s que esto realmente significa?! Por el momento, se han documentado ya Q152 millones involucrados en fraude en tan sólo dos casos este año.

¿Realmente queremos seguir as�

Seguir de la misma manera serí­a un acto de ignorancia e indiferencia ante la situación actual. Debemos actuar. Para más información, estaré desarrollando los casos de fraude mencionados previamente, en mis siguientes columnas.

Recordemos, el cambio empieza ya, así­ que este fin de semana, votemos con inteligencia, no con indiferencia.