¿Votaremos otra vez por los herederos del poder?


Guatemala como paí­s, como sociedad, afronta inmensos problemas de diversa í­ndole que en algunas ocasiones ha enfrentado a los dos grupos sociales más representativos, los herederos de LOS RICOS y LOS POBRES, los conquistadores y los conquistados, los usurpadores y los desheredados.

Fernando Mollinedo

Desde que se produjo la conquista armada de la población guatemalteca se crearon, hasta el dí­a de hoy, resentimientos, odios y venganzas; de esa cuenta, aún se lucha por ocupar un lugar propio en el espacio territorial; por otro lado, se unen capitales para ensanchar fortunas y comprar voluntades a efecto de mantener los privilegios heredados. Sigue existiendo una desigualdad que se vislumbra inveterada y poco podemos hacer para que el estado de cosas pueda cambiar al respecto.

Los pobres y los ricos, las estratificaciones económicas, las aceptaciones sociales, en pocas palabras, la lucha permanente de clases enfrenta a la sociedad con actos intimidatorios, amenazas, violaciones a los derechos humanos, asesinatos, trampas, fraudes, violaciones a la ley y muchas otras formas más de perseguir el dominio y otras tantas más para tratar de quitarse dicho dominio.

El poder económico siempre ha utilizado sus recursos para asegurar el uso, goce y disfrute de sus bienes; hayan sido adquiridos éstos por cualquier ví­a (legal o ilegal) y por ende, dichos «derechos» serán heredados a los descendientes quienes a su vez, utilizando el poder existente, lo heredarán a sus descendientes y así­ se viene ocurriendo este fenómeno desde hace 483 años.

Los pobres, los sometidos, los vencidos, han vivido en esa forma de vida desde que, por medio de las armas fueron despojados de sus propiedades; también la mayorí­a de la población que no tení­a bienes y que fueron sometidos a servidumbre; se multiplicaron, y también heredaron deudas, pobreza y sometimiento.

La religión, educación, usos sociales, cultura, idioma, tradiciones europeas, comida, leyes y hasta las malas costumbres, se sincretizaron e hicieron de la sociedad guatemalteca una gama colorida traducida en estos tiempos modernos como NUESTRA REALIDAD.

Los ricos motivaron la independencia, formaron su sistema de justicia e instituciones auxiliares, crearon la administración pública y se aprovecharon de las diferencias tecnológicas para el sometimiento económico de los conquistados a través del tiempo. De esa forma, las instituciones han sido manipuladas y/o dirigidas por quienes son los herederos del poder.

La servidumbre de la burguesí­a en Guatemala hasta el dí­a de hoy, ha sido y es desempeñada por profesionales liberales, comerciantes, soldados (Generales) en cargos de elección popular como presidentes de la República, vicepresidentes, diputados, alcaldes, con nombramientos de ministros de Estado, gobernadores departamentales y diplomáticos, convirtiéndose ? raras excepciones – en vende patrias, mafiosos, ladrones, y usureros del erario nacional.