Votan sobre separatismo


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Un año de fervor separatista europeo comenzó hoy cuando el parlamento catalán votó a favor de reclamar al gobierno central español el derecho de realizar un referendo separatista.

Por ALAN CLENDENNING y MANU FERNÁNDEZ, BARCELONA, Agencia AP

Bajo la atenta mirada de la Unión Europea, la región flamenca de Bélgica se apresta a reclamar una mayor autonomía en las elecciones de mayo y Escocia prepara su propio referendo separatista de Gran Bretaña para noviembre.

La votación fue un hito en años de manifestaciones masivas de los catalanes, orgullosos de su cultura e idioma, quienes reclaman el derecho a decidir si quieren separarse. Durante el debate, unas 150 personas frente al parlamento agitaban banderas independentistas, mientras un grupo menor entonaba la consigna «Cataluña es España».

La votación fue en gran medida simbólica.

Cataluña puede pedir permiso para realizar un referendo sobre su independencia, pero es casi seguro que Madrid responderá con un rotundo «no».

El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, ha dicho reiteradamente que no permitirá un referendo catalán porque la constitución de 1978 establece un estado español unificado y ordena que los referendos que afectan al país sean nacionales, no regionales. Su partido tiene mayoría absoluta en el parlamento, y el Partido Socialista, principal de oposición, también se opone al referendo.

Aunque la posición separatista no obtuvo la mayoría de dos tercios que esperaban sus partidarios, la votación atizaría las llamas de un movimiento independentista masivo. El mensaje separatista también serviría de aliento a movimientos independentistas en otros países de la Unión Europea, en momentos que la crisis económica amenaza gravemente la unidad continental.

Con el impulso generado por los sucesos de la semana, la rica región catalana va «derecho a un choque frontal con el gobierno de Madrid», pronosticó el especialista en política cultural Hugh O’Donnell, de la Universidad Caledonian de Glasgow.

«Creo que la temperatura política en España va a aumentar significativamente».

Aunque Madrid diga que no, los políticos catalanes podrían decidir que convocarán a un referendo, pero eso los colocaría en un terreno legal peligroso. Cuando el País Vasco, donde el sentimiento separatista también es una pasión, no obtuvo el permiso para un referendo similar en 2005, Madrid dijo que los líderes vascos podrían ir a la cárcel si lo realizaban.

Una hipótesis menos radical sería utilizar las elecciones regionales catalanas como una suerte de referendo extraoficial al obligar a los partidos a expresar claramente su posición sobre la independencia. En ese caso, cada voto por un partido separatista podría interpretarse como un voto de facto por la independencia.