Votan ley de matrimonio gay


El Senado argentino se disponí­a hoy a discutir y votar en una sesión con final abierto si rechaza o aprueba una ley que autoriza el matrimonio homosexual, que de aprobarse convertirá al paí­s en el primero de América Latina en legalizarlo.


«Confí­o en que podamos sacar la ley, espero que el Senado se comprometa con las minorí­as, pero vamos a ver finalmente el resultado», admitió al llegar al Congreso el senador Miguel íngel Pichetto, presidente del bloque oficialista.

El tratamiento del matrimonio gay en el Congreso divide a la sociedad que el martes se movilizó a favor y en contra de la iniciativa.

Según la consultora Isonomia un 46,2% de encuestados se manifestó en contra del matrimonio igualitario, un 39,8% a favor y 14% no tiene opinión formada, mientras que la encuestadora Analogí­as obtuvo un 68,5% de acuerdo y un 29,6% en contra.

La iniciativa parlamentaria fue blanco de una dura embestida de la Iglesia católica, culto mayoritario en Argentina, que lo consideró «un proyecto del demonio» y movilizó el martes a decenas de miles de personas frente al Parlamento para oponerse a la ley.

La presidenta Cristina Kirchner, en cambio, se puso al frente del reclamo de la minorí­a homosexual, pese a que el proyecto habí­a sido una iniciativa del opositor socialismo, y fustigó a la autoridad católica por convocar a «una guerra de Dios» contra el proyecto de boda gay.

«El matrimonio entre personas del mismo sexo es un reconocimiento social, cultural y jurí­dico para que todos puedan disfrutar los mismos derechos en condición de igualdad real», dijo Claudio Morgado, titular del Instituto contra la Discriminación (Inadi).

El gobierno, a través del Inadi, organizó varias iniciativas en respaldo de la ley que culminan este miércoles con una jornada «por la igualdad y la diversidad» y un concierto frente al Congreso.

Según Pichetto, «entre 33 y 35 senadores» respaldarán el proyecto que habilita el matrimonio entre personas del mismo sexo, que ya cuenta con la aprobación de la Cámara de Diputados.

El Senado tiene un total de 72 bancas, de las cuales al menos cuatro estarán vací­as por viaje o por enfermedad.

El legislador oficialista admitió que «este debate siempre fue transversal y cruza los distintos bloques, donde hay senadores que votan a favor o en contra, porque tiene que ver con convicciones y creencias personales».

La cámara alta analizará si rechaza o aprueba el matrimonio gay, pero no podrá, en cambio, tratar un proyecto de ley de unión civil que excluye el derecho de adopción y que habí­a sido propuesto por algunos legisladores como solución intermedia.

El proyecto alternativo fue impugnado por el oficialismo por razones técnicas y por incurrir en «discriminación parlamentaria».

Si triunfa el rechazo no podrá volver a tratarse de nuevo el tema hasta el año próximo y si gana la aprobación, el matrimonio gay será ley.

La iniciativa para consagrar por ley los matrimonios gays, cuyo alcance será general, contempla reformar el Código Civil cambiando la fórmula de «marido y mujer» por el término «contrayentes» y prevé igualar los derechos que tienen las parejas heterosexuales, como la adopción, herencia y beneficios sociales.

Desde diciembre pasado, nueve parejas del mismo sexo obtuvieron permisos judiciales para contraer enlace por registro civil, algunos de los cuales fueron anulados por otros jueces, aunque todos están en proceso de apelación, incluso ante la Corte Suprema.