Vos y el voto


En polí­tica, lo que importa no es

saber quién es quién, sino quién está con quién.

Eswin Quiñónez
eswinq@lahora.com.gt

El tiempo pasa. Estamos a cerca de un mes de encaminarnos a las urnas electorales. Como cada cuatro años. Y yo me pregunto, ¿Todo este circo electoral habrá hecho de las suyas para convencer, al fin, a los 5 millones 700 mil votantes en potencia que forman el padrón electoral? Aunque, bueno, es muy idealista que participarán esos cinco millones de personas haciendo las filas ese domingo 9 de septiembre con plena certeza de quien ha sido el merecedor de su sufragio.

Lamentablemente si hay algo que se sazona con esa pelea de gatos entre los candidatos, es que se añeje el desencanto nacional por la polí­tica y por las elecciones que se jactan de demócratas, libres y soberanas.

Será que habrá un espacio en esas cartas que se juegan en las mesas de los candidatos y de quienes están detrás de ellos, la forma de convencer al nuevo electorado. A esa masa creciente de población que desde el 2004 ha llegado a la mayorí­a de edad y están próximos a estrenarse en talvez la única forma libre de expresión cí­vica y de participación polí­tica.

Hay quienes que desde ya han optado por no participar. Y no es para menos. No han escuchado una propuesta, más o menos certera, honesta y sobre todo creí­ble para resolver sus problemas. A pesar que los medios han abierto algunos espacios para propuestas que respondan a un criterio de realidad demandado la tinta se ocupa para lo que más abunda en las entrevistas: enfrentamientos.

Las nuevas generaciones que se aprestan a votar están en un dilema casi existencial. Pues saben que de su decisión depende el camino que tome el paí­s en los próximos cuatro años, perí­odo en el cual también pueden darse decisiones que afecten nuestro futuro.

Por eso es bueno exigirles a todos los candidatos presidenciales, sus propuestas de cómo solucionarán nuestras necesidades básicas: seguridad, trabajo, educación, seguridad y más seguridad. Ver el perfil de cada diputado en los listados de las candidaturas, no vaya a ser que llenemos nuevamente el Congreso del mismo tipo de personas que corroen las columnas de ese histórico edificio. O poner a ediles con sí­ntomas de esponjas, capaces de absorber los recursos municipales.

Si tenemos un paí­s donde el mayor porcentaje de la población tiene menos de 25 años, habrá que trabajar más para que no desistan de la idea de querer votar. Para que los que se encerrarán en los cubí­culos de las urnas el 9 de septiembre por primera vez, que sea una primera vez inolvidable.