¿Pero habrá alguien que no quiera o no necesite amigos? Realmente la naturaleza del ser humano implica la compañí­a, todos buscamos el estar acompañados, todos necesitamos de los otros.  Los seres humanos nos unimos para vivir, para compartir la vida.  Somos miembros de una familia, de una comunidad, de una sociedad, de un grupo.  Necesitamos el sentirnos parte de…, el ser reconocidos como miembros de un grupo de iguales que nos conozcan y nos acompañen.  De allí­ los grupos de apoyo, los clubes, los equipos, las maras, etc. Que aparecen por esa necesidad intrí­nseca al ser humano de sentirse acompañado, de sentirse apoyado y reconocido por otros iguales, que nos den un lugar, nos apoyen, nos respeten, nos amen, nos reconozcan, nos confirmen que estamos aquí­.  Necesitamos de ese testigo de nuestra vida, del otro que es testigo de que estamos aquí­. 

Pero si necesitamos tanto de los otros como una caracterí­stica tan del ser humano, porque dentro del mismo paquete no buscamos, hasta encontrarla, la capacidad que tenemos para vivir juntos respetándonos, apoyándonos, queriéndonos.  Nos lastimamos constantemente, sin darnos cuenta le hacemos daño a quien queremos, a aquellos que nos quieren.  Nos alegramos del sufrimiento del otro, hay engaños entre las parejas y en las familias.  Unos le roban a los otros, abusamos de quien nos sirve, no nos apoyamos como miembros de una comunidad, incluso nos matamos… no sabemos vivir juntos.

¿Pero será que iremos a aprender a vivir juntos?

A acercarnos respetando el espacio de los demás, sin agredir a los otros.  A convivir sin dañarnos.  ¿En dónde podemos comenzar a aprender a vivir juntos? En qué momento de la historia de la humanidad o en qué momento de la historia de cada uno, cuando es el momento de aceptarnos, de aceptar que los otros son importantes en nuestra vida. Hoy podrí­a ser un buen momento para aceptar que necesitamos de los otros, de los que nos acompañan, e incluso, de los que están lejos o cerca y que ni siquiera conocemos, necesitamos de todos los demás para vivir y para sobrevivir, podemos comenzar ahora a respetarnos y a vivir en armoní­a.  Respetando el derecho de cada uno a su individualidad, el derecho de cada uno a vivir. A diferencia de mi amigo yo creo que todo momento puede ser un buen momento para hacer amigos, pero hay que estar en la disposición a acercarnos y a permitir el acercamiento… hoy podrí­a ser un buen dí­a para hacer un amigo… Feliz Dí­a del Cariño a todos, amigos y no amigos…