WikiLeakes nos descubre un abanico de posibilidades, respecto a la presunta candidatura de la Primera Dama, todo quedará en manos de los próximos magistrados de la Corte de Constitucionalidad, porque según entiendo, la Constitución no es viable cambiarla, a menos  que se le hagan enmiendas, para lo cual es necesario juntar un número definido de firmas, mismas que se enviarían al Congreso, para su aprobación, y en caso afirmativo se llevaría a cabo una consulta popular.  El tiempo juega en contra de la consulta popular.  Pero toda esta parafernalia no es relevante, porque la clave es que los magistrados de la Corte de Constitucionalidad sean las personas  afines a la Primera Dama.  El extravío está en manos de los magistrados, que marcarían la diferencia, desprestigiándose de por vida.   Esta última opción juega en contra de sus honras.  Al mismo tiempo tenemos las 72 mil firmas recaudadas para las enmiendas de ProReforma, que a pesar de haber cumplido con los pasos designados dentro de la ley, no se ha recibido ninguna respuesta del Congreso y de eso hace ya varios años. Â