La jefa de la diplomacia norteamericana Hillary Clinton y el secretario de Defensa Robert Gates realizaron hoy una visita inédita y simbólica a la frontera intercoreana para expresar su apoyo a Corea del Sur tras el torpedeo de una corbeta surcoreana, del que los dos aliados acusan a Corea del Norte.
En la aldea de Panmunjom, Clinton y Gates entraron en una sala para reuniones atravesada por la línea de demarcación intercoreana. Los dos responsables pisaron brevemente el lado norcoreano de la sala bajo la mirada de un soldado del Norte que hacía guardia del otro lado del vidrio.
Panmunjom se encuentra a unos 50 km al norte de Seúl en una franja desmilitarizada de 4 kilómetros de largo, a ambos lados de la línea de delimitación intercoreana.
Desde el conflicto bélico de Corea (1950-53), los dos países, que siguen teóricamente en guerra ya que sólo firmaron un armisticio, se encuentran separados por esta zona fronteriza de unos 240 km y muy vigilada.
Fue establecida al final de la contienda para separar un Norte bajo influencia soviética de un Sur apoyado por Estados Unidos.
Por la tarde, Clinton y Gates se reunirán con sus homólogos surcoreanos.
Seúl y Washington acusan a Corea del Norte de haber torpedeado el 26 de marzo la corbeta surcoreana «Cheonan» cerca de la línea de delimitación marítima intercoreana, provocando la muerte de 46 marinos surcoreanos. Corea del Norte lo desmiente.
«Tras el ataque contra el «Cheonan», creo que es muy oportuno expresar nuestro fuerte apoyo a Corea del Sur, un aliado leal, y transmitir un mensaje muy claro a Corea del Norte», declaró el martes Clinton a los periodistas poco antes de partir de Afganistán.
Calificó su visita a Corea del Sur de «verdadero testimonio de solidaridad».