Visita de Ban Ki-moon a zonas inundadas y saqueadas por bandidos


Un sobreviviente paquistaní­ duerme sobre un árbol, esperando a que pase la inundación. FOTO LA HORA: AFP Arif ALI

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, viajará a Pakistán mañana para visitar las zonas devastadas por las peores inundaciones en la historia del paí­s cuya situación se ve agravada por los saqueos de bandidos armados que roban ganado y comida a los sobrevivientes.


«El secretario general de la ONU llegará a Islamabad el sábado por la noche», informó a la AFP el portavoz de la cancillerí­a, Abdul Basit.

«Hablará de los esfuerzos de ayuda con las autoridades del gobierno el domingo, y visitará las zonas devastadas por las inundaciones el mismo dí­a», añadió el portavoz.

La catástrofe se ve agravada ahora por los ataques de bandidos armados que aprovechan que los damnificados han tenido que abandonar sus hogares para robar sus pertenencias.

En la ciudad de Karampur, en las afueras de Sukkur, los habitantes caminaban en el agua estancada hasta el pecho, tratando de recuperar sus bienes y protestando contra el gobierno, incapaz de protegerlos de los saqueadores.

Algunos varones explicaron que preferí­an quedarse en sus casas inundadas y enviar a sus esposas e hijos a lugares seguros. Otros relataron que sus hogares habí­an sido saqueados cuando intentaban huir de las inundaciones.

«No hubo nadie para rescatarnos de las inundaciones, y ahora no hay nadie para salvarnos de los bandidos. Estábamos esperando ayuda cuando hombres armados llegaron y nos sacaron nuestras pertenencias a punta de pistola», contó Abdul Karim, de 20 años.

«No tení­amos gran cosa. Dos cabras, algo de trigo y de arroz. Nos arrebataron todo y escaparon», añadió.

«Huimos con nuestras pertenencias en un tractor cuando hombres armados nos rodearon y nos sacaron todo», explicó Mai Meema, de 60 años, en una carpa en la ciudad de Sukkur.

«í‰ramos pobres pero nunca nos hemos dormido con el estómago vací­o. Estas inundaciones nos han transformado en mendigos. Se merecen la maldición de Dios. En lugar de ayudarnos, esos criminales nos robaron», se lamentó.

Pakistán afirmó que unas 20 millones de personas han sido afectadas por la catástrofe. La ONU calcula que 1.600 personas han muerto, mientras que Islamabad confirmó 1.343 fallecimientos.

Los servicios meteorológicos paquistaní­es han anunciado lluvias importantes en los próximos dí­as, pero afirmaron que el nivel del agua estaba bajando.

La ONU lanzó un pedido de 460 millones de dólares para ayudar urgentemente a las ví­ctimas, en particular a seis millones de personas «que necesitan una asistencia humanitaria inmediata».

El organismo precisó que ya se habí­an prometido 175 millones de dólares, pero que se necesitarí­a miles de millones a largo plazo para reconstruir las infraestructuras y recomponer los cultivos.

La visita de un dí­a del secretario general de la ONU, el domingo, ocurrirá dos dí­as antes de la visita del senador estadounidense John Kerry. Estados Unidos anunció el jueves un adicional de 21 millones de dólares de ayuda a Pakistán, que elevan a 76 millones sus fondos destinados a los damnificados.

Los médicos temen que la falta de agua potable y de higiene provoque una epidemia de gastroenteritis y de afecciones de la piel, sobre todo entre los niños.

«Esta es una crisis mayor al tsunami (en el sureste asiático) y a (el terremoto en) Haití­ juntos. La comunidad mundial debe entender eso. Es enorme, sin precedentes», afirmó Irshad Shaij, consejero regional sobre emergencias a la Organización Mundial de la Salud (OMS).