El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llegó hoy a Afganistán, sumido en una crisis política, para reunirse con el presidente saliente Hamid Karzai y el ex canciller Abdulá Abdulá, quien anunció que no participará en la segunda vuelta de la presidencial.
«El secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon llegó a Kabul hoy (lunes), luego del ataque a una residencia la semana pasada en el cual cinco empleados de la ONU murieron y otros fueron heridos», señaló un comunicado de la ONU.
El miércoles pasado, tres kamikazes atacaron la residencia Bejtar, situada en el centro de Kabul y en la que se alojan muchos funcionarios de la ONU, matando a tres empleados extranjeros de la organización y a dos policías. Un cadáver carbonizado todavía no fue identificado. Los talibanes se atribuyeron ese ataque.
Además del personal de las Naciones Unidas, el jefe de la misión afgana de las Naciones Unidas (UNAMA), Kai Eide, y responsables de la seguridad, «el secretario general se entrevistará asimismo con el Dr. Abdulá Abdulá y el presidente Hamid Karzai para darles seguridades, a ellos y al pueblo afgano, sobre el apoyo continuo de las Naciones Unidas al desarrollo del país y a la asistencia humanitaria que la ONU suministra a millones de afganos diariamente», agrega dicho documento.
Esta visita tiene lugar en un ambiente de incertidumbre respecto al desarrollo del proceso electoral. Por el momento, se ignora si se realizará la segunda vuelta el sábado próximo o si se proclamará la victoria de Karzai.
No se suministraron detalles sobre lo que Ban dirá a Abdulá y Karzai, pero actualmente se llevan a cabo presiones diplomáticas para que no se lleve a cabo una segunda vuelta con un solo candidato. «Eso sería conveniente para todo el mundo», afirmó un diplomático europeo que solicitó el anonimato.
El ex ministro de Relaciones Exteriores y candidato a la presidencia Abdulá Abdulá anunció el domingo pasado que no participará en la segunda vuelta de la elección presidencial, considerando que el riesgo de fraude era demasiado grande para garantizar comicios justos.
Su decisión sume al país en la incertidumbre política, más de dos meses después de la catastrófica primera vuelta del 20 de agosto, enturbiada por la violencia, con escasa participación y fraudes masivos en favor de Hamid Karzai que desembocó en la anulación de la cuarta parte de los votos.
Karzai obtuvo 49,67% de los votos, contra 30,59% para Abdulá. Su retirada evita al presidente saliente una probable derrota en la segunda vuelta, según los observadores.
La Comisión Electoral Independiente (CEI), considerada favorable a Karzai, está reunidad este lunes para decidir si tendrá lugar o no la segunda vuelta de la elección presidencial, prevista el 7 de noviembre. Su decisión será anunciada en una conferencia de prensa prevista a las 11H30 GMT.
Sin embargo, Hamid Karzai, que sólo aceptó una segunda vuelta después de intensas presiones diplomáticas, dejó la puerta abierta a otras soluciones, indicando por ejemplo que se vería «obligado a obedecer» a toda decisión de una autoridad judicial.
Fuentes diplomáticas explicaron que la eventualidad de la retirada de un candidato de la segunda vuelta no estaba prevista en la Constitución, por lo que la decisión debería ser tomada por la Corte Suprema, considerada favorable a Karzai.
Los expertos interrogados por la AFP tienen opiniones diferentes. Algunos consideran que la ley obliga a realizar una segunda vuelta, y otros que el problema puede ser resuelto en forma diferente, por ejemplo realizando una Loya Jirga (un consejo tradicional que reúne a los jefes de las tribus al nivel nacional).
La secretaria de estado norteamericana Hillary Clinton pidió a las autoridades afganas que «decidan el camino a seguir para que este proceso electoral desemboque en una conclusión en conformidad con la Constitución afgana».
Hamid Karzai está casi seguro de conservar su mandato de presidente después del anuncio de la retirada de Abdulá, pero podría verse afectado por una falta de legitimidad.