La señora escuchó el canto del coro del Santuario de la Virgen de Guadalupe que se encuentra en la 8ª. calle entre 1ª. y 2ª. avenidas del Centro Histórico, al momento que entraba al templo donde se le venera.
El olor a incienso que despedía de todos los rincones de la iglesia le daba un toque espiritual que hacía se le guardara respeto y se entregara con amor y fe a las oraciones de la Madre de Jesucristo representada en estas fiestas por la Virgen de Guadalupe.
Cuenta la historia que la Virgen Santísima se le apareció en el Tepeyac a Juan Diego en 1531- hoy Santo de la Iglesia- para que se sintiera su presencia y la gente no dudara de esa aparición, Juan Diego mostró el rostro de la Virgen en un lienzo y en el lugar del aparecimiento se llenó de rosas.
«Hay querida virgencita de Guadalupe? te traigo a mis pequeños nietos para que sigan con la tradición de vestirlos como Juan Diego en este día especial, concédele Santa Madre de Dios que ellos cuando grandes traigan a este santo templo a sus hijos pequeños». La mujer se persignó y continuó con las oraciones.
La milagrosa imagen de Guadalupe se venera en todo el continente. Es la patrona del pueblo mexicano, pero en muchos lugares del mundo y países latinoamericanos la han tomado como Emperatriz de las Américas.
El Santuario de Guadalupe lucía hermoso, las ventas que siempre se hacen a la orilla del templo, tenía muchas personas que luego de visitar a la Virgen se dirigen a comer buñuelos, tomar café o chocolate y todo lo que ofrece la dulcería y gastronomía guatemalteca.
Se han realizado muchos estudios sobre la aparición de la Virgen de Guadalupe, hay un libro muy original de profunda investigación del sacerdote Fidel González titulado El Encuentro de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego, de editorial Porrua, tiene 27 documentos o testimonios indígenas guadalupanos y ocho de procedencia mixta indo-española. Entre ellos, destaca el «Nican Mopohua» y el llamado Códice «Escalada».
La señora se arrodilló, tomó el rosario y elevó una plegaria a donde se encontraba la venerada imagen de Guadalupe. «Madre Santa te pido que protejas a Guatemala de tanta violencia? Santa María? madre de Dios ruega por nosotros los pecadores? que se termine ese odio que existe entre las personas, que ya no se siga matando a los mismos hermanos, porque todos los que nacemos en esta tierra morena, del maíz, somos hermanos. Bendícenos y protégenos, intercede ante tu hijo amado Jesucristo para que Guatemala vuelva a ser aquel país que en un tiempo todo era tranquilidad, ruega por Nosotros?».
La Virgen de Guadalupe patrona de México y Emperatriz de las Américas es una de las tradiciones guatemaltecas que vienen desde hace muchos años, esta tradición se ha venido acrecentando a través del tiempo, no como otras tradiciones guatemaltecas que han desaparecido.
Los niños escuchaban con atención a la abuelita, «abue? vamos a tomar ponche, yo quiero una mi taza de chocolate con un buen tamal. Muy bien niños, sólo terminamos nuestras oraciones aquí en el Santuario de Guadalupe y nos vamos a tomar ponche o chocolate?». Los niños rezaron al final el Padre Nuestro.
Sobre la fe de las personas es la que mueve montañas y esto es un regalo del cielo, lo mismo la oración cambia las cosas.
Sobre la aparición de Juan Diego ante la Santísima Virgen María de Guadalupe existen muchas pruebas que a través del tiempo se han venido realizando con la tradición oral, la cual confirma el encuentro entre Juan Diego y la Virgen de Guadalupe.
La señora terminó sus oraciones, se sentó en la banca y luego de guardar su rosario se dirigió con los niños a las dulcerías y ventas de comida que se encuentran afuera del Santuario.
La alegría de tantos niños vestidos con los trajes de la ocasión se veía bellísimo, como para que un artista de la plástica lo plasmara en un lienzo y que esa imagen quedara grabada en una bella pintura.
Luego de comprar algunos dulces típicos y comer algo de la gastronomía guatemalteca, la señora y los niños abandonaron el lugar donde se sentía un gran regocijo espiritual.
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