Violentos disturbios durante marchas protestantes en Irlanda del Norte


Cincuenta y cinco policí­as fueron heridos en las últimas 48 horas en enfrentamientos con jóvenes republicanos durante los tradicionales desfiles orangistas, utilizados por católicos radicales para expresar su hostilidad al acuerdo de paz en Irlanda del Norte.


Tras los primeros disturbios que dejaron 27 heridos en la noche del domingo, otros 28 agentes sufrieron lesiones en la noche del lunes al martes al norte de Belfast aunque ninguna de sus vidas corre peligro.

Estos enfrentamientos llevaron el martes a un alto cargo de la policí­a a instar al jefe del gobierno regional norirlandés, el protestante Peter Robinson, y a su número dos, el católico Martin McGuinness, a condenar públicamente la violencia.

«No recibí­ ninguna llamada de ninguno de los dos antes de este desfile y ¿dónde están hoy hablando en contra de lo ocurrido?», dijo el número dos de la policí­a regional, Alistair Finlay, a la radio BBC.

Sus comentarios se produjeron después de que republicanos disidentes lanzaran cócteles molotov, bloques de hormigón y botellas a los protestantes de la Orden de Orange y a los policí­as que escoltaban el desfile por las calles de Ardoyne, un barrio esencialmente católico del norte de la capital.

La policí­a difundió imágenes de las cámaras de vigilancia que mostraban a manifestantes golpeando con barras de hierro y palos de madera a los policí­as antidisturbios.

Los agentes respondieron con cañones de agua y disparando pelotas de goma para tratar de contener a los manifestantes. Los policí­as habí­an dispersado previamente una sentada de unas 100 personas que protestaban por la marcha.

El jefe de la policí­a norirlandesa, Matt Baggott, pidió un debate polí­tico sobre la manera de abordar estas marchas, que cada año provocan incidentes más o menos graves en esta época del año a pesar del acuerdo de paz firmado en 1998 en Irlanda del Norte que puso fin a 30 años de violencia entre católicos separatistas y protestantes unionistas (más de 3.500 muertos).

Según él, el coste de la seguridad de los desfiles equivale al precio de una nueva sala de hospital o escuela primaria.

«Irlanda del Norte no se puede permitir tener imágenes violentas transmitidas por todo el mundo cada verano. Imágenes que no representan para nada a la amplia mayorí­a de la gente que se ha apuntado a un futuro pací­fico y brillante», coincidió su número dos, Alistair Finlay.

El 12 de julio, el principal dí­a de los desfiles veraniegos, los protestantes pertenecientes a la Orden de Orange conmemoran la victoria de Guillermo de Orange contra los católicos liderados por Jacobo II en la batalla del Boyne en 1690.

Un diputado del Sinn Feinn, partido católico republicano partidario del proceso de paz, codenó la violencia.

«Los disturbios que hemos presenciado esta noche son un error, son contraproducentes y no deberí­an haber ocurrido», afirmó Gerry Kelly, acusando a los republicanos disidentes de querer torpedear el proceso de paz.

Su compañero del partido protestante DUP, Jimmy Spratt, declaró en la BBC que la violencia fue «orquestada por un muy pequeño número de personas».

«Creo que se han hecho muchos progresos con respecto a la violencia que hemos visto en los años anteriores», declaró.