Violentas protestas en Irán


Destrucción. Varias estaciones de gasolina fueron destruidas por movimientos sociales que rechazan el racionamiento de combutible.

El racionamiento de la gasolina que impera en Irán desde la medianoche dio lugar a actos de violencia en las estaciones de servicio, ante las que hoy los vehí­culos formaban interminables filas de espera.


«Varias estaciones fueron dañadas por elementos agitadores», anunció la radio estatal sin más precisiones.

Durante la noche, al menos dos gasolineras fueron incendiadas y algunos coches quemados en barrios populares del sur y noroeste de Teherán. hoy por la mañana, la situación era tensa en algunas estaciones de la capital, donde varios automovilistas se enfrentaron con la policí­a.

En una de esas protestas, la gente llegó a tirar a las fuerzas del orden y gritaron contra el Presidente iraní­: «Fuego y muerte a (Mahmud) Ahmadinejad», era el eslogan en el barrio de Punak (noroeste de Teherán).

El plan de racionamiento fue anunciado por sorpresa AYER sólo unas horas antes de su entrada en vigor, y su duración prevista es de cuatro meses, prorrogables otros dos. A partir de ahora sólo se permitirá repostar 100 litros de combustible por automóvil y mes.

En el caso de vehí­culos que funcionan con gas lí­quido, la cantidad se reduce a 30 litros, mientras que los taxis podrán consumir entre 600 y 800 litros.

Ante las medidas restrictivas, los automovilistas quisieron llenar sus depósitos este miércoles, lo que provocó filas de hasta varios kilómetros en las estaciones, bajo protección de la policí­a armada.

El fenómeno no se limitó a la capital, que concentra aproximadamente la mitad de los siete millones de autos que tiene Irán.

En Birjand, capital de la provincia del Jorasán del Sur (este), los conductores llegaron a las manos ante los surtidores, según la agencia Fars.

En Zanjan, en el noroeste, la gente llevaba bidones para aprovisionarse, según la misma fuente.

Irán padece una insuficiente capacidad de refinado con la que sólo cubre el 60% de la demanda de gasolina, mientras crece el parque automovilí­stico (aumentan las ventas de coches y los viejos apenas se retiran).

Cuarto productor mundial de petróleo, el paí­s tiene que importar por valor de 5.000 millones de dólares (3,7 millones de euros) el año pasado.

Según Alí­ Farahani, director de distribución de los productos petroleros, el gobierno habrá agotado a finales de julio los 2.500 millones de dólares que habí­a fijado el Parlamento para la importación de carburantes en el presente año del calendario iraní­, que se corresponde con el periodo entre el 21 de marzo del 2007 y el 20 de marzo del 2008.

El gobierno considera que sin racionamiento, las importaciones se dispararí­an hasta los 9.500 millones de dólares.

El problema se agrava porque el Estado subvenciona en buena parte la venta en gasolineras de un carburante que compra en el mercado extranjero a precio elevado.

El precio medio del litro de gasolina aumentó a 1.000 riales (11 céntimos de dólar, 8 céntimos de euro) el 22 de mayo, 200 riales más que hasta entonces.

Las refinerí­as iraní­es producen cerca de 45 millones de litros de gasolinas por dí­a, cuando el consumo ronda los 80 millones.

100 litros de combustible por automóvil y mes es la cantidad acordada por el Gobierno de Teherán.