Violencia regresa a República Centroafricana


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Tras un periodo de relativa calma, la violencia regresó a la República Centroafricana con tiroteos en puestos de control, la destrucción de una mezquita y manifestaciones en repudio a las tropas de paz enviadas por Chad.

Por PAUL SCHEMM, BANGUI, Agencia AP

La empobrecida nación está sumida en el caos desde que los rebeldes musulmanes del grupo Seleka derrocaron al presidente e instalaron a un islamista en una nación predominantemente católica.

Tras los tiroteos nocturnos en los que estuvieron involucrados los soldados de la misión de paz de Chad, la violencia sectaria estalló; grupos de católico atacaron barrios musulmanes y un enfrentamiento a tiros en un puesto de control dirigido por soldados del Congo causó la muerte de tres personas.

«Estamos aquí para mantener la paz pero si ellos nos disparan, respondemos», dijo un soldado de Congo-Brazzaville señalado un cadáver que yacía a sus pies.

El soldado, que habló en forma anónima debido a que no estaba autorizado a hablar con la prensa, dijo que dos carros tripulados por seguidores de Seleka y del presidente Michel Djotodia se detuvieron en el puesto de control y abrieron fuego.

Uno de los autos quedó convertido en una ruina humeante mientras los cristales del otro quedaron totalmente destruidos y alrededor había numerosos casquillos de proyectiles. Cerca había otros dos cadáveres.

En el barrio de Gobango, una multitud rodeó una mezquita de dos pisos y la destruyó, derribando las paredes y arrancando el techo de metal.

Los integrantes del grupo dijeron que querían que los musulmanes se fueran porque los acusan de estar relacionados con los soldados de Chad que están con la fuerza multinacional de paz a quien acusan de disparar contra civiles.

«La suya es una cultura de odio, nosotros no somos así, todas las mezquitas deben cerrarse», gritó Clavert Bettare, uno de los manifestantes. Detrás de él, la gente, muchos de ellos que usaban crucifijos, destruyó libros en árabe y rompieron las paredes.

Los musulmanes componen el 15% de la población de la República Centroafricana y tradicionalmente han vivido en armonía con la mayoría católica. Pero una vez que los rebeldes islamistas tomaron el poder a principios de año las tensiones sectarias han aumentado y han provocado ataques de milicias católicas a barrios musulmanes, mientras se acusa a las fuerzas del presidente de tomar venganza.

Unos cientos de personas marcharon por un mercado cercano al aeropuerto agitando hojas de palma y pidiendo la renuncia de Djotodia y la expulsión de los soldados de Chad, a los que acusan de apoyarlo.