Siete muertos, seis de una misma familia, y ocho sobrevivientes fue el saldo de un ataque armado que un grupo de hombres llevó a cabo contra un camión y un automóvil esta madrugada en el kilómetro 86, antigua carretera al Puerto San José, aldea Los Llanitos, Masagua, Escuintla.

Juan Carlos Lima Pérez, de 51 años de edad; Francisca Marisol Cermeño, de 34; Aí­da Rosa Córdoba Rangel, de 65; Carlos Humberto Córdova, de 31; Marí­a Griselda Salazar Reyes, de 30; Estefaní­a Marisol Cermeño Sánchez, de 15 y Abelino Chiroy Chipí­n, de 39, fueron masacrados por los atacantes.

Sobrevivieron cinco menores y tres adultos, ellos son Aileen Cermeño Córdova, de 7 años de edad; Kimberly Aisha Córdova Salazar, también de 7; Marí­a Fernanda Salazar, de 10; Michael Alexander Córdova Salazar, de 13; Jonathan Antonio Cermeño, de 17; Manuel de Jesús Cermeño Córdova, de 29; Hugo Sánchez Córdova, de 34 y Pablo Ajuchán, de 53.

El viaje y ataque

Según relatos obtenidos en el lugar, la familia masacrada cargó todas sus pertenencias y artí­culos electrodomésticos en el camión color blanco C 202-BFC, que abandonó el lote 4, bloque 04, colonia 14 de Febrero, puerto San José, Escuintla para viajar a Chimaltenango donde tendrí­an su nueva residencia.

Adelante del transporte pesado iba el vehí­culo color blanco cuatro puertas con cinco personas a bordo, al llegar al kilómetro 86 fueron alcanzados por dos picops en los que viajaba un número aproximado de ocho hombres, los victimarios dispararon a las llantas traseras del camión lo cual lo obligó a detenerse, se informó.

Al ver la acción de los atacantes, Aí­da Rosa Córdova Rangel salió del automóvil y fue ejecutada por los agresores, mientras dispararon a fuego cruzado a los otros cuatro ocupantes del carro. Mientras tanto obligaron a salir de la cabina a quienes viajaban en el camión y los asesinaron, según informaciones.

Simplemente hipótesis

Según información, el objetivo de los delincuentes pudo ser el robo de entre Q100 y Q150 mil que serí­a el producto de la venta de la casa de donde partieron u otra propiedad de una de las mujeres muertas.

También se dijo que se presume que por la cantidad de disparos, 66 entre cascabillos y ojivas 9 mm, y 0.40 y la logí­stica del ataque, se podrí­a tratar de una acción de la delincuencia organizada o el narcotráfico.

También surgió la interrogante de por qué esa familia decidió abandonar la población en horas de la noche. Se presume que posiblemente eran ví­ctimas de extorsión de algún grupo de las maras, ya que en el puerto San José ha proliferado la estancia de miembros de esos grupos delincuenciales, indicaron algunas fuentes en ese departamento.