Violencia a pesar de nuevo plan


Herido. Paramédicos iraquí­es trasladan al hospital de Yarmuk en Bagdad, a uno de los heridos por los atentados.

Al menos once personas, entre ellas cuatro policí­as, murieron ayer y otras 21 resultaron heridas en un atentado suicida con carro bomba en Ramadi, al oeste de Irak, según informó hoy el Ejército estadounidense.


Sin embargo, la Policí­a iraquí­ asegura que dicho atentado, perpetrado el miércoles por la noche, causó 15 ví­ctimas mortales.

El atentado fue perpetrado contra la comisarí­a central de policí­a de Ramadi, la capital de la provincia de Al Anbar, situada a 100 kilómetros al oeste de Bagdad, según el Ejército estadounidense.

Una de las ví­ctimas del ataque fue el comandante de la comisarí­a de Alwan en el centro de Ramadi.

La capital de Al Anbar es una de las zonas más convulsas de Irak y está considerada feudo de la insurgencia suní­.

En otro incidente en la misma provincia de Al Anbar, un vehí­culo militar estadounidense «Humvee» resultó destrozado por una bomba que explotó a su paso por el barrio de Al Hasa, en la ciudad de Faluya, entre Ramadi y Bagdad.

Según la policí­a iraquí­, los ocupantes del «Humvee» resultaron muertos, aunque este detalle no fue confirmado por el Ejército estadounidense.

Tras este atentado, las fuerzas estadounidenses lanzaron una redada en la zona y arrestaron un número indeterminado de supuestos insurgentes.

Por otro lado, en el municipio de Hauiya, al oeste de la ciudad petrolera de Kirkuk, dos personas murieron y otras cuatro sufrieron heridas ayer por la noche en la explosión de un coche bomba, que tení­a como objetivo la comisarí­a de policí­a de la ciudad, según fuentes policiales.

El plan de seguridad para Bagdad «Aplicamos la ley» continúa hoy, por segundo dí­a, señalaron según fuentes iraquí­es.