El Ministerio Público (MP) reveló en su informe más reciente –con cifras de enero a marzo de 2014– que conoció nueve denuncias de agresiones sexuales, violaciones, amenazas y lesiones contra de mujeres dentro de unidades del transporte público
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en tanto que el Ministerio de Gobernación (Mingob) documentó cinco violaciones sexuales y la Asociación de Usuarios del Transporte Urbano y Extraurbano (AUTUE) conoció 10 casos de este tipo contra niñas y jóvenes que oscilaban entre los 12 y 29 años. Las cifras varían, pero el problema es innegable y recurrente.
“¡Esto es un asalto, entreguen el dinero y los teléfonos o si no se mueren!”. Esa fue la advertencia que lanzaron cuatro hombres para despojar de sus pertenencias a los usuarios del bus de la ruta Transuama, en el kilómetro 22 de la ruta al Pacífico, según una denuncia documentada por AUTUE en el primer cuatrimestre de 2014, pero que se ha repetido desde 2009.
La unidad de transporte trasladaba aproximadamente a 25 usuarios, quienes atemorizados entregaban pronto los objetos de valor a los asaltantes, recuerda una testigo quien prefiere identificarse como Sandra*, una mujer en estado de gestación que posterior al suceso sufrió preeclampsia –complicación médica del embarazo que se asocia a la hipertensión inducida por el período de gestación–.
Los maleantes abrían las ventanas del autobús y disparaban al aire, como una expresión de violencia y sarcasmo, para burlarse del temor que se había apoderado de los pasajeros del bus.
La estrategia de intimidación se prolongó por varios minutos y después de tomar las pertenencias de los pasajeros, los criminales todavía no estaban satisfechos. Los delincuentes dijeron a los pasajeros que alguien había disparado y que no permitirían esa provocación, por eso tenían que oler las manos de quien intentó “burlarlos”.
La mirada de los atracadores se enfocó en una joven mujer, a quien acusaron de ser la responsable de disparar.
“Los hombres le dijeron a la muchacha: -Fuiste vos, te la querías llevar de muy lista-. Uno de ellos le dijo: -Te voy a enseñar quien manda aquí y si gritás te pego un tiro-. Después se la llevaron a la parte de atrás del bus y la empezaron a violar frente a todos. Uno le puso la pistola al chofer en la cabeza y el otro se quedó en medio y nos seguía insultando, mientras los otros la agarraron del pelo –a la víctima– y la empezaron a violar”, revela *Sandra.
De acuerdo con el relato de la testigo, la joven víctima de la violación no portaba pistola, pero los delincuentes “justificaron” el abuso sexual bajo ese argumento. Un pasajero intentó intervenir y lo golpearon con el arma, detalla.
Los hombres, tras cometer el atraco y el abuso sexual, abandonaron el bus en la aldea El Rincón en Amatitlán. Ahí, un vehículo con vidrios polarizados los esperaba para huir.
La entrevistada, que diariamente utiliza estas unidades de transporte, dice que de 2009 a la fecha este delito es recurrente y no existe una respuesta efectiva de parte de las autoridades.
DENUNCIAS
Según el Departamento del Sistema Informativo del Control de las Investigaciones del MP, hasta el 13 de marzo de 2014 se conocieron nueve denuncias de amenazas, agresiones, sexuales, lesiones y violaciones contra mujeres en el transporte público, principalmente en Guatemala y Quetzaltenango.
En tanto el Mingob, recopila cinco denuncias de violaciones sexuales; dos en el transporte urbano y tres en el extraurbano, hasta abril de este año.
Los casos fueron conocidos por la Unidad de Delitos Sexuales de la Policía Nacional Civil (PNC), que se encarga de recopilar las denuncias del departamento de Guatemala y de algunos municipios, así como por las delegaciones de la División Especializada en Investigación Criminal (DEIC) de Petén e Izabal.
Por otro lado, AUTUE, develó diez violaciones sexuales en buses de las líneas Transuama y Esmeralda, en la ruta 10 Comunidad con rumbo al municipio de Mixco, la ruta 4 y los transportes que se dirigen a San Miguel Petapa.
La Hora intentó desde hace varios días obtener una declaración de Javier Monterroso, asesor del MP, para conocer los avances en las investigaciones de los casos documentados, pero no fue posible.
Edi Juárez, viceministro de Seguridad de la Cartera del Interior también fue consultado al respecto y argumentó que actualmente hay casos en investigación que se trabajan con diferentes unidades de la PNC, pero aún hacen falta más denuncias, pues no todas las mujeres afectadas develan esta situación.
“Las denuncias que ya tenemos las trabajamos con Delitos Sexuales y la Unidad de Acción Nacional contra el Desarrollo Criminal de las Pandillas (Panda) y tenemos la Oficina de Atención a la Víctima (OAV) y el MP tiene sus oficinas especializadas, pero uno de los mayores problemas es la falta de denuncia, lo que nosotros ya tenemos lo hemos trabajado, como el caso de los dos taxistas que se dedicaban a cometer estos delitos”, refiere Juárez.
El funcionario fue consultado sobre las estrategias de prevención que deberían impulsar para evitar que existan víctimas, respondió que periódicamente programan reuniones con el gremio de transportistas para atender ese tema.
“Seguimos con el proceso –de investigación– con la Fuerza de Tarea contra Extorsiones del Transporte, con la seguridad en las rutas, nosotros tenemos reuniones con los transportistas para procurar la seguridad. Todos los casos que logramos individualizar son judicializados”, explicó.
SEGURIDAD E INVESTIGACIÓN
Yohana Cabañas, representante de AUTUE, demandó a las autoridades seguridad e investigación en los casos de violaciones sexuales y agresiones en el transporte público.
Según la entrevistada, las denuncias recopiladas a través de las declaraciones de víctimas y testigos, y encuestas en paradas de buses e institutos públicos, develan que existen diversas estructuras que violentan la integridad de las mujeres.
“Tenemos denuncias de tres hombres que abordan los buses en la cuchilla de El Trébol, asaltan a los pasajeros y agreden sexualmente a las mujeres con manoseos, justificando que se esconden el dinero en su ropa interior. A mediados de febrero nos reunimos con investigadores de la Policía, nos dieron unos números de teléfono y nunca nos contestaron”, explicó la entrevistada.
De acuerdo con Cabañas, otros actores de estos abusos son pilotos y ayudantes, pues el 27 de enero pasado se conoció la captura de tres de ellos, quienes violaron a una adolescente de 15 años en un bus de la ruta 10 Comunidad. El caso fue documentado por la Policía Nacional Civil (PNC).
AUTUE también ha identificado que algunos usuarios acosan sexualmente a las pasajeras, principalmente a adolescentes que se dirigen a sus centros de estudio.
El análisis de esta instancia, realizado de enero a la primera semana de abril de este año, indica que en el transporte extraurbano es donde más persisten las agresiones sexuales, principalmente a mujeres jóvenes.
Por otro lado, la Procuradora Adjunta de Derechos Humanos, Hilda Morales, considera que la prevención del delito es vital en estos casos, pues lo ideal sería que no existieran víctimas de estos sucesos.
“Está bien hacer la investigación pero eso se hace a posteriori, la seguridad deber ser previa, yo insisto mucho que tenemos que decir no a la impunidad pero también tenemos que decir sí a la prevención, que no sólo va por la concienciación y la educación, sino también que esté presente la autoridad para evitar estos abusos”, indicó Morales.
La profesional considera que la utilización del transporte público exclusivo para mujeres y sus hijos, podría ser una medida para procurar la integridad del género femenino.
Delia Back, representante de la Comisión de la Mujer del Congreso de la República, fue consultada sobre dicha iniciativa que se implementó hace algunos años, e indicó que la misma no funcionó por falta de información, pero podría retomarse.
“No hubo suficiente información, las mujeres no conocían que habían buses especiales o específicos para ellas y de esa manera iban a estar más seguras, no se hizo la promoción, sin embargo, pienso que fue un tema que se inició bien pero no se le dio seguimiento. Las denuncias de jovencitas y mujeres violentadas son una buena razón para retomar el problema”, destacó la parlamentaria.
La PDH y AUTUE han logrado documentar indicios que promueven la violencia sexual y la discriminación contra las mujeres en el transporte público.
Algunos ejemplos son las calcomanías de figuras femeninas en los buses, también advertencias como “No respondemos por objetos ni mujeres olvidadas”, o “Nos hacemos cargo sólo de niñas mayores de 15 años”.
Aunado a la violencia a la que son expuestos miles de usuarios del transporte público, se encuentran las condiciones deplorables en las que viajan, la irresponsabilidad de los conductores y el mal estado de los automotores.
En un video al que tuvo acceso La Hora, se evidencia como un bus que viaja con rumbo a El Porvenir Villa Canales, vuelca en la carretera, muere un ayudante y decenas de pasajeros salen expulsados, fracturados y golpeados.
En las imágenes se observa que viajaban hombres y mujeres con sus hijos, quienes ante el impacto del percance son afectados por crisis nerviosa y lo único que pretenden es salvaguardar su vida.
Aunque diversas instituciones como la Defensoría del Usuario del Transporte Público de la PDH proponen una legislación adecuada para regular a conductores y empresarios que atentan contra la vida de los pasajeros, aún no existen mayores avances para atender la problemática.
Sandra