La violación sexual en contra de mujeres y niñas continúa siendo un problema a voces, pese a ello, organizaciones a favor de las féminas señalan que existe un subregistro en cuanto a estos casos, debido a que no todos se denuncian, por diversas razones.
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Sandra Morán del Sector de Mujeres destacó que cualquier estadística que se tenga, no representa la realidad, ya que es una situación que no se denuncia del todo, por diversas razones; por la falta de apoyo comunitario, familiar, social y de salud.
«La problemática de violencia sexual es una situación que no necesariamente está enmarcada en una sola edad, lamentablemente encontramos la problemática de violencia sexual de niñas, en el espacio familiar tanto como padres, hermanos o amigos de padres», señaló.
A decir de la representante de mujeres, aunque ya está tipificado el delito de violación sexual, es necesario institucionalizar más apoyo para ellas y lograr que se castigue el acoso sexual.
Para Morán una violación tiene muchas repercusiones en la vida de las mujeres, no sólo por el mal recuerdo, sino porque como resultado de ésta pueden quedar embarazadas o infectadas de enfermedades venéreas.
Para Ruth del Valle, analista de género, las violaciones en contra de las mujeres son una herencia de una sociedad patriarcal, agravada por los años de conflicto armado interno, cuando el cuerpo de la mujer era parte de un motín de guerra en las comunidades.
El problema se basaba en la lucha que el ejército emprendió en contra de la población, o también porque los mismos patrulleros civiles arremetían en contra de las mujeres por la pugna que tenían entre una comunidad y otra.
Además que las féminas eran vulneradas para atacar al enemigo, es decir se violaba y se mataba a las mujeres o a las hijas del contrincante; en la actualidad es una forma de tortura para disminuirlas en su integridad y capacidad de reacción, añadió Del Valle.
«La violación es una marca que queda para el resto de la vida, definitivamente es algo que debería ser atendido de manera social, porque en la forma y en el nivel que ha venido incrementándose en los últimos meses en el país ya se está convirtiendo en una epidemia», dijo la analista.
Por otro lado, la estudiosa destacó que es necesario que se defina en la legislación guatemalteca el delito de la violación sexual, porque en algunos casos los victimarios se aprovechan de esto para cometer esta violación.
«La definición de violación está hecha como la penetración vaginal de la mujer, es decir si hay penetración anal, no está tipificada como delito de violación sexual, ésta es una de las grandes debilidades de nuestra legislación», indicó.
Según Del Valle, hay muchos hombres que perpetran estos vejámenes contra las niñas y mujeres, porque obviamente saben que a la hora de cometer de esta forma el delito, la pena es «miserablemente mínima», y se clasifica como abuso deshonesto y no como violación sexual.
Por tal motivo es urgente se clasifiquen estos términos y se busquen soluciones prontas que detengan estos daños, manifestó.
Se solicitó información al Ministerio Público (MP), para conocer las estadísticas de ultrajes a mujeres, sin embargo, se nos indicó que debíamos pedirlas al Sistema Informático de Control y Gestión de Casos (SICOMP); en anteriores ocasiones se ha requerido datos a esta entidad, pero la información que pudieran proporcionar se vuelve burocrática.