Villepin: «Nunca hubo instrucciones» de Chirac


El ex primer ministro francés Dominique de Villepin, acusado en el juicio del caso Clearstream, una supuesta maquinación polí­tica destinada a frenar la carrera de Nicolas Sarkozy, negó el miércoles haber recibido «instrucciones» del entonces presidente Jacques Chirac.


«Nunca hubo una instrucción presidencial en el caso Clearstream y nunca transmití­ instrucciones de Jacques Chirac», afirmó Villepin, llamado por primera vez al estrado en este juicio, en el cual es uno de los cinco acusados por «complicidad en denuncia calumniosa».

El ex jefe de gobierno francés negó pretender «cubrir» a Chirac.

Cuando comenzó el escándalo Clearstream, en abril de 2004, y cuando éste salió a la luz, en la primavera boreal de 2006, tanto Villepin como Sarkozy, enemigos jurados, integraban el gabinete de Chirac (1995-2007).

Villepin fue, además de jefe de Gobierno, ministro de Relaciones Exteriores y de Interior, mientras Sarkozy dirigió las carteras de Interior y de Economí­a.

El miércoles, interrogado ante el Tribunal Correccional de Parí­s, Villepin consideró que el caso «debió terminar» en marzo de 2004.

El ex vicepresidente del consorcio aeronáutico europeo EADS Jean Louis Gergorin afirmó que Villepin habí­a recibido instrucciones de Chirac y que le pidió que enviara a la justicia los falsos listados de cuentas bancarias ocultas en Clearstream en los que aparecí­a el nombre de Sarkozy.

Villepin dijo ignorar todo sobre la manipulación de los listados y estimó que «todo debió terminar el 25 de marzo de 2004» cuando fue detenido el franco-libanés Imad Lahoud, sospechoso de haber falsificado los falsos listados.

«Y en cambio todo se aceleró» a partir de entonces, lamentó Villepin.

«El 25 de marzo, estalló una fuente», dijo Villepin.

Villepin, de 55 años, podrí­a ser condenado a cinco años de cárcel, diez años de inelegibilidad y unos 375.000 euros de multa. Pero sobre todo, una condena supondrí­a el fin de su carrera polí­tica y de las aspiraciones que sus seguidores le atribuyen con miras a las elecciones presidenciales de 2012.