El ex primer ministro francés Dominique de Villepin declaró este jueves en la mañana ante la justicia, en relación al escándalo político y financiero Clearstream que pretendía afectar a Nicolas Sarkozy, y por el cual está inculpado como «cómplice de denuncia calumniosa».
Villepin llegó poco antes de la 10H00 (08H00 GMT) al Tribunal del gran instancia de París para declarar por primera vez desde que se inició una investigación judicial en su contra, el 27 de julio.
«El caso Clearstream no es un caso político. Tengo confianza en la justicia para que exprese serenamente el derecho, la verdad y la justicia», declaró a la prensa el ex jefe del gobierno de Jacques Chirac.
Inculpado por «complicidad de denuncia calumniosa, encubrimiento de robo y de abuso de confianza y complicidad de falsificación», Villepin aparece como sospechoso de haber participado en una conspiración para desestabilizar a Sarkozy, cuando éste era ministro del Interior, y del cual era el gran rival en la derecha en la perspectiva de la presidencial.
Los magistrados organizaron el interrogatorio de Villepin a fines de junio, cuando conocieron el contenido del ordenador del general Philippe Rondot, un ex responsable de los servicios secretos y testigo clave en el caso.
A partir de esos datos, los jueces sospechan que en 2004, Villepin organizó la publicación de una lista de clientes del banco Clearstream de Luxemburgo, en el que aparecía el nombre de Sarkozy. La lista suponía incluir los nombres de personas que beneficiaron de comisiones ilegales por ventas de armas.
El ex vicepresidente del grupo aeronáutico europeo EADS, Jean-Louis Gergorin, también implicado en este caso, se refirió ante los jueces a las «instrucciones» que según Villepin habría dado el presidente de ese entonces, Jacques Chirac.