El miércoles 30 de julio de 2008 el Diario La Hora publicó una página completa sobre los retos de la Conferencia Mundial contra el Sida y, en su título destaca: «Latinoamérica, presa de prejuicios y discriminación hacia enfermos de sida».
Anuncia en su entrada que «América Latina, presa de prejuicios contra homosexuales, una discriminación latente contra pacientes VIH-sida y problemas en la distribución de medicamentos para la enfermedad albergará, por primera vez, la conferencia mundial sobre el sida, del 3 al 8 de agosto en la Ciudad de México».
Muchos científicos y otros estudiosos de la medicina en Latinoamérica, especialmente los infectólogos y especializados en el VIH-sida están profundamente preocupados por las dimensiones que podría tomar la pandemia a muy corto plazo, si es que no se logra la concienciación masiva para la prevención de la enfermedad.
A raíz de la Conferencia Mundial anunciada por La Hora, los medios de comunicación están poniendo atención y difundiendo información mundialmente sobre el tema. Globalmente los países más pobres son los más sufridos. Cuando hablamos de países pobres debemos mencionar a muchos países africanos y latinoamericanos, entre otros. Las estadísticas predicen que en 2010 (a sólo dos años de hoy) en el ífrica podría haber más defunciones que nacimientos, dada la idiosincrasia, en virtud de que quien decide si usa preservativo o no es únicamente la pareja masculina, en parejas hombre-mujer.
Dice La Hora, en base al artículo de Bertrand Rosenthal de la agencia AFP de México, «La situación de los homosexuales africanos no es considerada bastante en la lucha contra el sida, estimó hoy Bruno Spire, presidente de la Asociación Aides, al desear que sea analizada en la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida en México, del 3 al 8 de agosto. «Hay que darles el derecho a existir», subrayó Spire en una entrevista. Hasta ahora, «los gobiernos africanos han ignorado a los homosexuales», diciendo que eso «es una cuestión de los blancos», explicó.
Lo cierto es que ahora, en 2,008, existen alrededor de unas 20,000,000 -veinte millones- de personas infectadas en el mundo y una evaluación oficial estima que en 2,020 -dentro de unos doce años- la cantidad de seropositivos o portadores de VIH y sida será de 68 millones de personas a nivel global.
Repito que una de las razones poderosas de la proliferación de la pandemia es la discriminación hacia los seropositivos. Muchos no anuncian que portan el virus para no ser discriminados, particularmente en los trabajos, en donde los patronos, debido a su ignorancia, despiden a personas que son portadores del VIH.
Hay sitios en la Antigua Guatemala, en donde algunos patronos de origen guatemalteco y/o estadounidense exigen pruebas de VIH a las personas que solicitan trabajo en sus establecimientos. La discriminación se multiplica por toda Latinoamérica y esto es un error colosal.
Una de las formas de frenar la pandemia es acabar con la discriminación hacia los portadores de VIH, tanto hombres como mujeres. La Hora informa que: «En América Latina, donde según las últimas cifras de ONUSIDA viven 1.7 millones de seropositivos, la mayoría de los países cuentan con leyes contra la discriminación hacia los enfermos de sida, pero no contemplan sanciones».
Quienes piensen que el problema de VIH y sida es problema únicamente de los portadores están totalmente equivocados. El problema es de toda la humanidad… presente y futura.