Vientos de cambio


El próximo domingo se elegirá a las autoridades que presidirán en los próximos cinco años el Gobierno de la hermana República de El Salvador. La mayorí­a de los pronósticos coinciden en darle la mayor posibilidad de quedar electa la propuesta que ha hecho el Frente Farabundo Martí­ para la Liberación Nacional, (FMLN), partido de tendencia de izquierda que durante cuatro perí­odos ha sido la fuerza que ha competido con el partido polí­tico Arena, de tendencia de derecha.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Si hacemos un recorrido imaginario por América Latina, comprobaremos que respetando los procedimientos electorales democráticos, la mayorí­a de paí­ses se encuentran gobernados por gobiernos de centro izquierda, más proclives, más sensibles a preocuparse de los enormes problemas económicos y sociales que padece la mayorí­a de la población latinoamericana.

 

Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, República Dominicana están en el centro izquierda. Perú, Colombia, México y hasta el momento El Salvador están en la derecha, aun cuando Guatemala podrí­a sin mayor esfuerzo colocarse como un gobierno de centroizquierda.

 

Esto evidencia que cada dí­a más la mayorí­a de los ciudadanos ha comprendido y ha decidido que la derecha conserva privilegios, mantiene la concentración de la riqueza, no sabe redistribuir -a través de la carga tributaria- soluciones que incrementen la seguridad ciudadana, la educación, la salud, la alimentación y por tanto el progreso y desarrollo de la clase media, del pequeño y del mediano empresario no se da.

 

Los mismos ciudadanos de Estados Unidos optaron por apoyar al Partido Demócrata y por elegir a un presidente y vicepresidente representativos de las minorí­as que aceptaron el compromiso y la obligación de apoyar el cambio social y económico. Lo que suceda el dí­a domingo en El Salvador será tremendamente influyente en Guatemala porque nuestro paí­s es el que en Centroamérica menos está respondiendo a la problemática social y económica.

 

Para las personas que integran la cúpula económica, más les convendrí­a vacunarse ante la crisis mundial, ante la extrema pobreza y la pobreza, ante la inseguridad que continúa existiendo en nuestro paí­s, ante la más baja recaudación tributaria, ante la falta de impuestos directos. Sólo apoyando el progreso, comprendiendo que el desarrollo se mide con hechos podremos hacer que Guatemala, el paí­s más poblado de Centroamérica, mejore.

 

En la reunión que en una isla privada colombiana se celebró por un pequeñí­simo grupo de multimillonarios latinoamericanos, el representante de la familia Bosch Gutiérrez debió haberse distinguido, no por ser el que menos millones tiene, el que menos millones representa, sino por ser el que mejores propuestas de desarrollo económico y social planteara. Eso sí­ hubiera sido sorprendente.

 

La concentración de la riqueza, rodeado de la pobreza, es una mala consejera. La Revolución Francesa, la Revolución Norteamericana; así­ como todas las revoluciones se han originado en las desigualdades, en el hambre. El fundamento de la Doctrina Social de la Iglesia no es el comunismo pero sí­ es la justicia social.